El ingrediente que puedes añadir a la mayonesa para que sea mucho más ligera (y barata)

Conseguir una buena mayonesa puede parecer un juego de niños, pero la realidad es que conseguir la textura perfecta no es tan sencillo. Esta emulsión de aceite, huevo y vinagre es la base de un sinfín de preparaciones y una salsa madre todoterreno, pero no es tan fácil de lograr.

Tampoco, como sabemos, es tan barata. Con los precios del aceite de oliva y de girasol disparados desde los últimos años, hacer mayonesa ha pasado de ser algo barato a convertirse en un pequeño infierno si tenemos que verte allí medio litro de aceite.

Por eso, si además tenemos miedo a que la mayonesa se nos convierta en el típico engrudo y encima sea un engrudo carísimo, hay una fórmula para conseguir una mayonesa más ligera y mucho más barata sin apenas esfuerzo.

Lo único que hay que hacer es reemplazar al aceite. Pero no por un aceite más barato ni por otro tipo de grasa, sino que directamente vamos a quitarle de la ecuación. Vale que, si hablamos de pureza, no se podría considerar una mayonesa como tal, pero el resultado os aseguramos que merece la pena, tal y como explican desde la web francesa Marmiton.

El plan pasa por seguir teniendo una mayonesa ligera y que sea accesible y, como vais a ver, apta para todos los públicos, aunque requiere de algún elemento de cocina extra o, en su defecto, de un brazo potente. Lo que vamos a hacer para conseguir una mayonesa más ligera y más barata es aumentar la cantidad de huevo.

Pero no de cualquier manera: sino con sus claras. El secreto está en que las montemos a punto de nieve, como cuando vamos a hacer un merengue. Lo que debemos hacer es mezclar en un vaso batidor una yema de huevo, un poco de mostaza y una punta de sal. Todo bien batido.

Después, en un bol aparte, montamos a punto de nieve un par de claras de huevo con unas varillas eléctricas o con varillas manuales. Mejor con las eléctricas, pues a mano es bastante cansado.

Una vez que las claras estén montadas, las incorporamos al vaso donde hemos triturado la yema de huevo con la mostaza y la mezclamos con movimientos envolventes y una espátula, procurando no romper el aire que se ha formado en las claras pero integrando todo bien.

De esta manera conseguirás tener una mayonesa mucho más ligera y muy barata que te permitirá seguir disfrutando de ella sin esfuerzo. Además, si quieres, puedes seguir recurriendo a un primer toque de aceite para darle el gusto tradicional.

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