Las torrijas, escueta definición de lo que significa el arte de la cocina dulce. Receta

Las torrijas, escueta definición de lo que significa el arte de la cocina dulce. Receta
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La cocina es un arte íntimamente relacionado con la elaboración de productos, motivo por el cual los invito a descubrir unos de los hallazgos mas sutil y/o exquisitos de la gastronomía antigua “Las Torrijas”.

Por definición, la torrija es una rebanada de pan empanada en leche o vino, frita y posteriormente endulzada. Su existencia, sin embargo, forma parte de la cultura desde orígenes, siendo los antiguos romanos primeros en elaborar este sencillo y popular dulce.

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La torrija es un dulce tradicional de cuaresma que consiste en una rebanada de pan (habitualmente duro, de varios días) que es empapada en leche y, tras ser rebozada en huevo, es frita en una sartén con aceite; finalmente, se aromatiza, a gusto, con diversos ingredientes: canela o algún licor, y se endulza con miel o azúcar. Es un alimento de origen humilde que satura pronto al comensal y le mantiene aliviado de la necesidad de probar algún otro plato de carne (alimento sujeto a abstinencia en la cuaresma).

Aunque la razón de ser de las torrijas haya sido siempre el aprovechamiento del pan duro, artistas y literatos del romanticismo europeo las eligieron como símbolo de una mística peculiar, convirtiéndolas en quintaesencia de la repostería de entonces.

Veneradas como manjar de los dioses, las torrijas no podían faltar en reuniones tabernarias, llegando su aroma hasta las mesas de personajes tan populares como Isabel II la Chata, celebre por su desparpajo y por su afición a los dulces.

Por exigencias de protocolo, los expertos reposteros llegaron a realizar elaboraciones complejas y recargadas, pero pronto se reconoció que las mejores eran las más sencillas, pasada la furia romántica, las torrijas ocuparon un lugar más discreto en el calendario de lagunas festividades religiosas, como la semana santa, en que las tradiciones de ayuno y abstinencia se hacían más tolerables.

Hoy en día se preparan en cualquier momento y existe un pan especial para hacerlas, Las rebanadas de pan deben ser cortadas de un grosor no superior a 2 cm, se vierten sobre leche caliente que posee azúcar y canela hasta que se remojan suficientemente, posteriormente se rebozan en huevo batido y se vierten en aceite sobre una sartén muy caliente (existe un truco inexplicable: añadir un clavo metálico ya que detiene la generación de espuma debido a la fritura del huevo y de la leche) hasta que se dora el pan por ambos lados. Posteriormente es remojada en vino blanco o dulce, a veces se le añade algún licor como anís y se empapa en un almíbar elaborado con agua y miel.

Su principal fortaleza es su gran popularidad y elaboración casera. Se considera un postre eminentemente casero, que aunque puede encontrarse en diversas pastelerías, su forma de elaboración y venta varía en función del productor.

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