Los vinos de Andalucía tienen un gran prestigio, hasta tal punto, que han trascendido más allá de nuestras fronteras con su indiscutible sello de origen. No hay muchos vinos con tanta historia y originalidad como los andaluces, particularmente los vinos de Jerez. Éstos son únicos en casi todos sus sentidos vitícolas.
Quizá sea por la orografía del terreno, de la cual destaca la Sierra de Cazorla o la fértil vega del Guadalquivir. Esta tierra tiene una particular composición del suelo, un clima dominado por la influencia marítima del Atlántico y del Mediterráneo, y una cantidad elevada de horas de sol, todos estos factores son muy propicios para que la vid se desarrolle y de por fruto una uva para vinos tan singulares. Los vinos andaluces son genuinos vinos españoles, y forman parte indisoluble del carácter social del ser andaluz. Tan extraordinaria gama de aromas y sabores de los vinos andaluces, maridan a la perfección con cada plato que degustemos. Algunos chefs y gastrónomos han desarrollado una cocina andaluza basada en sus vinos, en particular, en los de Jerez. Este dato habla por sí solo y demuestra lo especiales que son los caldos del sur de España.
En una ocasión pudimos degustar un Cordero al estilo de Huelva, estaba realmente sabroso y lo acompañamos de un vino blanco Castillo de Andrade. En un principio pensamos rechazar la elección del sumiller, pues nos parecía más acorde un vino tinto para esta comida, pero gracias a su insistencia, logramos una comida inolvidable.
En Directo al Paladar | La Guita, exquisito vino manzanilla