Los alfajores son un dulce tradicional y popular tanto en América Latina como en España, pero a pesar de que comparten nombre, no son el mismo dulce.
Se dice que la cuna de los alfajores se encuentra en Argentina, aunque son tan típicos en otros lugares como Chile, Perú y demás países latinoamericanos. Se trata de una golosina que merece una categoría aparte: es un clásico argentino imitable pero no igualable.
Hay que decir que los alfajores argentinos no se parecen en nada a los españoles. Hablamos de dulces completamente diferentes, que no comparten ni ingredientes ni aspecto. Por un lado, están los clásicos argentinos que consisten en dos o más galletas que se unen por un relleno. Tradicionalmente, el relleno suele ser de dulce de leche, aunque podemos encontrar otros sabores como frutas o algún tipo de mousse. Estos alfajores pueden bañarse o no en chocolate o algún glaseado. a
Mientras que los alfajores de España son populares en épocas de Navidad y se suelen preparar en mayor medida en Andalucía y Murcia. Su ingrediente principal es la pasta de almendras, que se combina con la miel y las nueces, al igual que muchos otros dulces tradicionales como el turrón o el mazapán.
De acuerdo a la Real Academia Española, la palabra alfajor deviene en cuatro definiciones:
- m. alajú.
- m. Arg., Chile, Col., Ec., Par., Perú, Ur. y Ven. Golosina compuesta por dos rodajas delgadas de masa adheridas una a otra con dulce y a veces recubierta de chocolate, merengue, etc.
- m. Hond., Nic. y Ven. Pasta hecha con harina de yuca o de maíz, papelón, piña y jengibre.
- m. Méx. Dulce hecho de coco, leche y azúcar.
De esto, se concluye que el término alfajor tiene un alcance universal. Se cree que el origen de este dulce hispanoamericano proviene del postre andaluz del mismo nombre. No obstante, antes de llegar a España, ya se consumía en Arabia hace unos 700 años, donde se le llamaba al-hasú o alaju, lo que significa relleno. Se cree que el bocado actual, es un primo del alfajor andaluz que a su vez éstos heredan de los árabes. Es una dulce historia.
A pesar de su origen, los alfajores son populares en Argentina, Uruguay, Perú y en toda América del Sur. El pionero fue el químico francés, don Augusto Chammás. Quién hacia 1869 en Argentina, inauguró una pequeña industria familiar dedicada a la confección de dulces y confituras. Fue idea de él hacer una tableta, que en vez rectangular, fuera redonda. Así empezó a comercializarse esta golosina con el nombre de alfajor y continúa con más de 130 años de tradición nacional.
La popular cuenta en Instagram @catadordealfajores, se encarga de mostrar la versatilidad del dulce, ya que en Argentina, existe una industria enorme alrededor del alfajor. "En Argentina se consumen 70 alfajores por segundo, unos 6.048.000 alfajores por día", aseguran en la nota. De los seis millones de alfajores que se venden, de carácter industrial en los kioscos (lugar donde se venden golosinas, chocolates, refrescos, cigarrillos y demás productos), hay también versiones gourmet con materias primas de alta calidad y técnicas de pastelería europea.
Una de las variedades más pedidas y consumidas, son los alfajores de maicena. Hablamos de tapas elaboradas a partir de almidón de maíz, relleno de dulce de leche y ralladura de coco envolviendo la unión del alfajor. El alfajor de maicena se destaca por su inconfundible sabor. Se deshace en la boca y es ideal para acompañar con un tazón de café, té o maté. Están quiénes buscan animarse a dar un paso más y combinan el dulce con una infusión, con vino blanco o con una bebida espirituosa.
La Argentina hizo propio el concepto de “alfajor” y lo convirtió en un emblema de sus golosinas dulces, junto con el helado de dulce de leche. Hoy en día, quien viaje a través del territorio argentino encontrará diversas expresiones en cada región. Están los de Mar del Plata por ejemplo. Histórico balneario y puerto de la costa de Buenos Aires, es una de las ciudades más importantes del país y el destino de vacaciones de gran parte de la población local. La tradición aca es volver con una caja de los alfajores marplatenses. Estos se caracterizan por sus versiones de masa tierna, rellenos de dulce de leche y bañados con chocolate negro o azúcar tipo merengue (blancos).
Al centro del país, en la provincia de Santa Fé, se encuentran con los típicos alfajores santafecinos. Fácilmente reconocibles por su baño de glasé y sus capas rellenas de dulce de leche. El secreto de estos dulces son sus tapas de masa crocante, que se logran agregando a la preparación una pizca de alcohol fino.
En la zona mediterránea de Córdoba, en la ciudad de La Falda todos los años se celebra La Fiesta Nacional del Alfajor y por esto, este bocado es el rey de la provincia. La diferencia es que tiene una masa más liviana y esponjosa, lleva un relleno de mermeladas de frutas regionales y están bañados con el típico glasé de azúcar impalpable y limón, que le dan una textura crocante que se rompe al primer mordisco.
Una de las características de los alfajores de Mendoza, es que la masa está hecha con un porcentaje de nueces molidas, lo que le otorga un sabor único. Además, su textura es tierna y cremosa. En la tierra del vino, no faltan los rellenos de dulce de leche y los que llevan Malbec, Cabernet Sauvignon, Merlot y espumantes, entre otros.
HAVANNA- Alfajores mixtos 12 unidades- 612 grs
Por último, en la provincia de Corrientes, se pueden disfrutar alfajores a base de un producto típico de la zona: la mandioca. Rellenos con confituras de frutas, son muy frescos y se convirtieron en un clásico producto regional. En definitiva, la historia del alfajor argentino es tan extensa como su territorio y bien podría decirse que suman cada vez más fans y adeptos.
Imagen | Foto 1: Cavan Images, Foto 2: Guillermo Spelucin Runciman, Foto 3: Guillermo Spelucin Runciman, Foto 4: Natalia SO
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