Cuando a Helena de Troya sus padres todavía la llamaban Elenita, y las guerras las ganaban los ejércitos que mantenían más sangre corriendo por el interior de sus venas, un general muy ingenioso invento algo que perduró durante muchos siglos y que servía para quemar los barcos enemigos.
Se llamaba brulote y consistía en una embarcación muy pequeña a la que se prendía fuego y se lanzaba contra barcos enemigos para que ardieran.
Hoy en día esa técnica ya está algo desfasada para la guerra, pero la palabra sigue en uso en el mundo de la gastronomía, se utiliza para denominar al alcohol que se inflama justo antes de verterlo sobre una bebida o sobre una preparación, como por ejemplo en una tortilla.
Más familiarmente también se llama brulote a un trozo de azúcar empapado en alcohol, que se pone sobre una cuchara colocada sobre una taza de café y al que se le prende fuego antes de dejarla caer en el café.
También se llama café brulote, a una bebida típica del estado de Luisiana en EEUU, se hace calentado ron, azúcar, canela, una naranja pinchada con clavos de olor y corteza de limón, cuando el azúcar se haya fundido, se vierte la mezcla sobre café hirviendo y que se sirve en tazas calientes.
Foto | enersaucer En Directo al Paladar | Qué es la ligazón En Directo al Paladar | Qué es un infiernillo