Según analizan los expertos, los turistas extranjeros ya no prefieren España para sus vacaciones, como primera opción. Esto, según nos reflejan los datos que aportan dichos expertos se debe, entre otros factores, a que nos hemos convertido en un país muy caro. Otros países como Turquía, Marruecos o Grecia, nos han cogido la vez.
¿Nos hemos parado a pensar a que se puede deber esto que tanto nos perjudica? Llevo varias semanas recorriendo la Costa de Almería seguida de la Granadina, y puedo aportar algunas pistas y datos que, es posible, hagan reflexionar a algunos hosteleros. Sobre todo voy a intentar analizar la oferta en primera línea de playa. El Chiringuito.
Os cuento.
Por lo que llevo recorrido los precios de la cerveza oscilan entre 1´5€ y 3€. En cuanto a vinos en general la oferta es bastante lamentable. Es muy difícil tomar un buen tinto en un chiringuito, (me refiero a copear a la temperatura adecuada) .En Almería y provincia prima la cerveza y el vino blanco fresquito. En Granada y su costa cerveza y tinto, caro, pero frio y bueno, generalmente. La diferencia de precio es bastante elevada sin motivo aparente, hay chiringuitos más caros y más baratos, que ponen tapa o no la ponen, arbitrariamente, sin causa aparente, sin porqué, que se sepa. Este dato es el que trato de analizar, el que me preocupa, la tapa. Además del trato.
El cliente de chiringuito de playa ¿qué espera de dicho chiringuito?, bien, espera tomar algo viendo, oliendo y sintiendo el mar. Espera que la cerveza esté muy fría. Espera una tapa con esa cerveza, ya que, como todo el mundo sabe, en este país existe una cultura de la tapa. Por otro lado esta tapa es la tarjeta de presentación del local de cara al cliente que, en verano suele comer en la calle. Espera un trato agradable y espera pagar un precio razonable por todo ello.
El cliente de chiringuito no siempre encuentra lo que busca, y no siempre sale contento de dicha experiencia. Y es triste, porque entre unos cuantos que han decidido forrarse, hacer el agosto, a costa de este sector turístico, la imagen general que se lleva el visitante, en algunos casos, es lamentable. Y esta imagen, nos guste o no, nos afecta muy negativamente a todo el resto de la población.
Errores graves y frecuentes:
* No está bien cobrar 3€ por una cerveza, sin unas tristes aceitunas de tapa. El cliente siente que debe pagar por contemplar el mar, y eso no es justo. Este cliente no volverá, además de hacer mala propaganda del chiringuito en cuestión.
* La música excesivamente fuerte no es recomendable, sobre todo durante el día, ya que impide la conversación de los clientes y nubla el agradable sonido de las gaviotas y el mar. Y a todo el mundo no le gusta el reggaetón.
* Generalmente pagar un precio alto por un servicio lamentable, es algo que enerva a todo el mundo. Si has de cobrar caro, al menos, procura que el cliente no pueda quejarse por nada. Arruinado pero contentoEl que más y el que menos hace esfuerzos y privaciones para vacacionar un tiempo en verano.
*Clasificar a los clientes por su aparente “poderío” es un error de catetos,muy común. Un cliente se define, se valora, por su educación. Todo cliente educado, amable y correcto es un buen cliente, lleve ropa cara y buen coche, o no.
* Las diferencias entre jefe y empleados, de puertas para adentro. El cliente quiere buen ambiente. No es agradable comer en un sitio en el que la persona que cocina o sirve las mesas no es feliz. Esto se transmite en el producto final y el sabor de boca que el cliente se lleva puede llegar a ser patético y lamentable.
Ayer, al pasar conduciendo por un pueblo costero, me llegó un agradabilísimo aroma a leña y a pescado. Aparqué y me dirigí al chiringuito del que provenía tan agradable aroma. Era un lugar sobre un pequeño acantilado, sobre el mar. Precioso. Observé. Miré los platos de los demás clientes. Todo pescados fresquísimos y ensaladas. Pero alcé la vista:
“No se sirve pescado en la barra”
“No se puede entrar descalzo o sin camiseta” (recordemos que hablamos de pie de playa)
“No se admiten tarjetas de crédito”
“Las mesas solo son para comer”
“Las consumiciones de la barra se abonarán antes de retirarlas”
Un usuario de chiringuito es alguien que va a disfrutar, no a que le digan lo que no puede hacer. Había muy buen pescado y yo estaba hambrienta pero, hay afortunadamente muchos chiringuitos donde, realmente, se está agusto, se come bien e incluso, por un precio razonable. No voy a desperdiciar ni un solo minuto de vacaciones ni un céntimo en un lugar que transmite mal rollo. Nadie en su sano juicio lo hará, por muy buen pescado que pongan.
El cliente es la razón de todo chiringuito. Sin clientes no tienen sentido. ¿Cuánto cuesta poner una concha de aceitunas por consumición? ¿Y una sonrisa?, vamos, como si no fueran a por los € y ya está. Llevo observando estos últimos años que cada vez son menos los que comen, incluso tapean, en la calle, en la costa, en verano. Y no me extraña cuando visito chiringuitos así.
Por suerte hay otros muchos en los que, a medida de los años, van ganando, como lo hace el vino, en sabiduría y carácter y, mejoran, y se crecen, y ceden, y bajan precios, y ofrecen tapas, o mejores tapas, y se calzan una sonrisa porque se han dado cuenta que, sin clientes hay que cerrar el chiringuito. Ya os digo, 2 semanas recorriendo la Costa de Almería y, en general muy bien. Chiringuitos magníficos la mayoría, lamentablemente algunos muy pésimos. Pero los menos.
Y bueno, aparte del precio de las cervezas, de la tapa o su ausencia, he de decir que, en general, la Costa de Almería es una maravilla. El ambiente en general es inigualable. Gente que disfruta de sus vacaciones junto al mar. Buen rollito. Relax. Hay infinidad de playas desiertas incluso en Agosto, muchas de ellas naturistas.
La Costa Granadina, que visito a continuación de la Almeriense, es totalmente diferente. Hay buen pescado, los precios son similares a la Costa almeriense, hay bastante oscilación. Aquí ponen tapa en casi cualquier sitio. Sin embargo, por lo que estoy viendo este verano, cada año Almuñécar, Salobreña, Motril, Torre nueva, etc., son más fiel prolongación de la ciudad. De Granada.
En La Costa Granadina puedes comer bien si sabes elegir, te pondrán tapa en todos sitios (casi), pero las playas, incluso las naturistas, están abarrotadas. No hay sitio en los chiringuitos o en los bares que molan. En Granada la cultura de la cerveza es algo muy inculcado. Ya os digo, Almuñécar por ejemplo (la máxima expresión “playera” de la Costa Granadina) en verano es un hervidero de gente de ciudad que se sigue estresando porque no hay donde aparcar. La sensación es estar en Granada pero en bikini. Todos están allí.
Ya veis, hay para todos los gustos en nuestras Costas. Cada cual que se decante por lo que más le atraiga y los hosteleros, por favor, no os carguéis la gallina de los huevos de oro. Mimadla, ponedle el mejor grano, agua fresca, un buen gallo y cobijo. Ella contenta y feliz y vosotros a recoger huevos a diario…Natural.
En Directo al Paladar | Neptuno, alta gastronomía en Mojacar Playa