El truco para hacer la patata asada perfecta: esta es la variedad que tienes que utilizar

Existen miles de variedades de patatas en todo el mundo, pero se suelen clasificar en unas 4.000 variedades diferentes. Estas pueden agruparse en categorías como patatas blancas, amarillas, rojas y moradas, cada una con características distintas en sabor, textura y uso culinario. Algunas variedades populares incluyen la Russet, Yukon Gold, Red Bliss y Fingerling.

La diversidad de patatas permite que haya una opción ideal para cada tipo de preparación, ya sea asar, hervir, freír o hacer puré de patatas.

Elegir la patata correcta puede marcar una gran diferencia en el resultado final del plato, pues hay grandes diferencias en texturas debido, sobre todo, al contenido de azúcares. Por ejemplo, las patatas con un alto contenido en almidón son perfectas para asar y hacer puré, ya que se vuelven esponjosas y ligeras al cocinarlas, desmenuzables.

Mientras que las amarillas, son versátiles y funcionan bien tanto para purés como para asados, gracias a su sabor mantecoso y textura cremosa. En el caso de las patatas cerosas, son ideales para ensaladas o guisos, ya que mantienen su forma después de cocinarlas y tienen una textura más firme.

Si te estás preguntando, cuál es la mejor variedad para asar. Son las de tipo Russet o Idaho. Estas patatas son ideales porque tienen un alto contenido de almidón, lo que les da una textura esponjosa por dentro y una piel crujiente por fuera cuando se asan. También puedes optar por otras variedades como las Yukon Gold, que son más cremosas y tienen un sabor ligeramente mantecoso, perfectas si prefieres un interior más suave.

Para asarlas, asegúrate de lavarlas bien y pinchar luego con un tenedor, para permitir que escape el vapor y cocinarlas en el horno a una temperatura alta. Para un mejor resultado, puedes sumar aceite y hierbas para lograr unas patatas asadas con curry y especias que resultarán en una guarnición de maravilla.

Mismo, los tubérculos se pueden complementar con otros ingredientes y salsas, como es el caso de las patatas asadas con bechamel al horno. O bien, una vez cocidas, sumar una cucharada de creme fraîche o nata espesa o yogur, y un poco de cebollino picado como en la receta de guarnición de patatas asadas.

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