Sobre la langosta podemos decir que es un crustáceo decápodo andador, se caracteriza por tener unas antenas muy largas, por la presencia de pinchos en el costado de sus segmentos abdominales y por la carencia de pinzas.
La langosta se cría en los fondos rocosos, a una profundidad entre los 20 y los 150 metros. La larva es minúscula, y antes de alcanzar el tamaño reglamentario para el consumo (a partir de 23 centímetros que alcanza a la edad de 5 años), tiene que sufrir más de veinte mudas. Con el tiempo pueden llegar a medir 50 centímetros y pesar 4 kilogramos.
A pesar que en cada puesta pueden tener hasta 100.000 huevos, la langosta va escaseando, y se están realizando intentos de cría en muchos sitios.
Tipos de langostas
Langosta roja: Llamada también “común“, se pesca en el canal de la Mancha, en el Atlántico y en la costa oeste del Mediterráneo. Es rechoncha y posee un caparazón pardorrojizo o rojo violáceo, cubierto de protuberancias puntiagudas, con dos manchas claras en cada segmento.
Langosta rosa:, Conocida también por el nombre de langosta de Portugal, se pesca desde el suroeste de Irlanda hasta Senegal; es igual de grande que la anterior pero menos maciza, tiene el caparazón constelado de pequeñas manchas claras.
Langosta verde: Langosta de Mauritania es su otro nombre, tiene las antenas muy largas y además unas anténulas dobles y alargadas; su caparazón es azul-verde, y en cada segmento se advierte una franja clara y dos manchas también claras.
Langosta parda de El Cabo: Tiene un caparazón escamoso y pardorrojizo, se vende casi siempre ultracongelada, unas veces en forma de cola de langosta.
La langosta de Cuba: De color pardo también y salpicada de grandes manchas claras en los segmentos segundo y sexto, también se vende de la misma forma que la langosta de El Cabo.
Degustación de la langosta
Las langostas frescas deben ser compradas siempre vivas y batiendo enérgicamente la cola cuando se las coge.
Su caparazón no debe tener no agujeros, tampoco debe tener miembros arrancados, se permite que tengan deterioradas las antenas ya son muy frágiles.
Las hembras se consideran más ventajosas y se reconocen por unas palmas destinadas a retener los huevos bajo el abdomen.
Como todos los crustáceos, la langosta fresca se pone a cocer viva. Su carne es fina, compacta, blanca y delicada y aunque tiene un sabor menos acentuado que la del bogavante, sirve para las mismas preparaciones. Se recomiendan las que son picantes, salteada y flameada, con salsa al curry, asada a la parrilla y servida con mantequilla de albahaca o cocinada con coñac por ejemplo.
Como preparaciones curiosas saber que en Cataluña se cocina con chocolate y que en China la hacen al jengibre (en trozos descortezados y fritos en aceite de sésamo con cebollas, cebolletas y jengibre fresco).
Foto | Clarita – MorgueFile
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