Más del 85 % de las mujeres españolas aseguran saber cocinar frente al 56,7 % de los hombres. Es una de las conclusiones más interesantes (y preocupantes) del estudio Alimentación, Sociedad y Decisión Alimentaria en la España del siglo XXI, elaborado a partir de más de 2.000 entrevistas por la Fundación Mapfre y la Universidad San Pablo de Madrid.
Las mujeres españolas son también las principales implicadas en la compra de alimentos, en todos los grupos de edad, siendo en un 62,9 % las responsables de la totalidad de la compra, de forma global, frente a un 33,3 % de los hombres.
Cierto es que la brecha de género se va acortando en el tramo de edad más joven. Entre los 18 y los 30 años solo hay 10 puntos de diferencia entre las mujeres que saben cocinar frente a los hombres (70,2 % frente a 62,9 %), pero sigue sorprendiendo que, alcanzada la mayoría de edad, casi uno de cada diez hombres reconoce no saber cocinar nada de nada.
Al evaluar una posible relación entre los conocimientos sobre cocina y el peso corporal, se puede observar que existe un mayor porcentaje de población con un peso correcto (lo que se conoce como normopeso) entre los entrevistados que afirman saber cocinar o defenderse frente a los que no saben.
El peso corporal es mejor, también, entre las personas que realizan cinco comidas al día, desayunan a diario, dedican más tiempo a comer, se responsabilizan de la compra y leen el etiquetado nutricional. El informe también hace hincapié en que las personas con obesidad se preocupan más por el precio de los alimentos y menos por la información nutricional que las que tienen normopeso, que relaciona peso y altura.
¿Está nuestra nevera saliendo de la crisis?
Los autores del informe aseguran que en los dos últimos años los hogares españoles han incrementado el gasto en alimentación. El presupuesto que dedican hoy siete de cada diez españoles a hacer la compra se encuentra entre los 150 y 450 euros mensuales, lo que supone un ligero incremento con respecto a 2015.
Dicha tendencia también se refleja en que actualmente las familias invierten más tiempo en realizar la compra y consumen productos frescos más frecuentemente. Casi cuatro de cada diez familias (38 %) suele comprar verduras y frutas a diario o tres o cuatro veces por semana, cifra que pone de manifiesto que, por lo general, buscan alimentos más saludables (92,6 %). Además, la mitad están dispuestas a pagar más por productos producidos de forma sostenible
Ahora bien, los hogares españoles siguen preocupándose por su gasto en compra: adquieren más alimentos de marca blanca (53,3 %), productos de menor precio (45,8 %) y establecimientos más económicos (44,4 %); el 43,8 % come fuera con menos frecuencia y entre un 20-27 % ha reducido en otros gastos de hostelería (“tomo las copas en casa”, “me llevo la comida de casa” o “no salgo a tomar el aperitivo”).
Únicamente un 9,1 % de los españoles come fuera de casa varias veces por semana y solo un 21,1 % tiene por costumbre hacer alguna comida en restaurante los fines de semana. En este sentido, el comportamiento es distinto en función de la zona geográfica. La región noroeste es donde se compran productos de menor precio y donde menos se come fuera.
Adiós merienda
Según el informe, los españoles realizan mayoritariamente tres comidas diarias y solo dos de cada diez (24 %) realiza las cinco que recomiendan muchos nutricionistas. Menos de la mitad de los españoles come algo a media mañana o a la hora de la merienda.
La mayoría de familias desayuna, come y cena en casa, tanto a diario como en fines de semana, principalmente, en compañía de la familia. Entre los menores de 30 años, sin embargo, existe un número creciente y preocupante de personas que comen y cenan viendo la televisión o el móvil.
A la hora de cocinar, lo que más se tiene en cuenta son los gustos de las personas para las que se prepara la comida, no los propios, aunque de nuevo encontramos una importante diferencia de género. Las mujeres se preocupan más que los hombres de los gustos de las personas con las que conviven, así como por la salud, el equilibrio y la composición de los platos.
La plancha es la preparación que más gusta en los hogares, con un 64,2 %, seguido de la cocción, 61,6 %, horno, 41,5 %, y fritura, 24,4 %. En estudios similares se ha descrito cómo las mujeres usan con más frecuencia técnicas lentas y complejas (cocción y horneado), mientras que los hombres usan más frecuentemente técnicas rápidas (freír y microondas). No es de extrañar, si no saben cocinar.
El estudio también constata el cacao mental que tenemos sobre asuntos nutricionales. El 65,3 % de los encuestados creen que los productos ecológicos contribuyen a una dieta saludable. Por contra, solo el 57,3% cree que es preferible optar por productos poco procesados.
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