Visita a la finca olivarera de Casas de Hualdo (I). Un buen aceite nace en la tierra

En España se produce un aceite de oliva excepcional, pero tengo la sensación de que hay un gran desconocimiento sobre este fantástico producto. Por eso la experiencia de visitar una finca olivera y sus métodos de producción es una oportunidad fantástica para conocer de primera mano los secretos del aceite de oliva. Os invito a recorrer con nosotros las instalaciones de Casas de Hualdo, empresa olivera situada en Toledo.

El trabajo que se realiza en Casas de Hualdo demuestra la pasión de sus responsables por el producto y la dedicación y el trabajo diario por conseguir la máxima calidad. Y es que para obtener un buen aceite es necesario contar con una buena materia prima, dominar todas las técnicas empleando la mejor tecnología y también conocer los propios olivos y la misma tierra donde crecen.

Casas de Hualdo

Se suele pensar que detrás de las grandes empresas y fincas dedicadas al aceite de oliva de calidad en nuestro país provienen de firmas con una larga trayectoria, pero sorprende el hecho de que la historia de Casas de Hualdo es muy reciente, al ser un proyecto que apenas cuenta con unos 10 años de actividad.

Fue en el año 1986 cuando Francisco Riberas compró la finca llamada La Ventilla, situada en El Carpio de Tajo, entre Toledo y Talavera de la Reina. Son tierras de tradición agraria, típicos terrenos de labranza castellanos, pero no fue hasta 1996 cuando comenzaron a plantarse los primeros olivos.

Después de varios años de trabajo e investigación, la primera recolección de aceitunas se logró en 1999, y desde entonces las sucesivas cosechas han ido aumentando. Así, en pocos años Casas de Hualdo ha conseguido situar en el mercado distintas variedades de aceite de gran calidad, muy bien valoradas por expertos e incluso consiguiendo diferentes premios y distinciones, incluyendo galardones por el propio paraje.

La finca de Hualdo, tradición y modernidad en un paraje de gran belleza natural

En plena provincia de Toledo pero alejados de núcleos urbanos se extienden las tierras de la finca de Hualdo, en el curso medio del río Tajo. Se trata de un conjunto de terrenos que abarcan las 3200 hectáreas donde los cultivos se integran perfectamente en la naturaleza, ofreciendo un paraje de gran belleza.

El olivar, formado por distintas plantaciones de variedades diferentes, suma más de 600 hectáreas, estando el resto ocupado por otros cultivos tradicionales como trigo, maíz, guisantes, alfalfa o incluso pistachos. Lo interesante es poder comprobar cómo los cultivos se realizan respetando la naturaleza, de tal forma que las plantas silvestres y animales de todo tipo viven en armonía con las plantaciones.

Por eso fue tan acertada la propuesta de conocer la finca mediante un vuelo en globo aerostático, una experiencia que recomiendo totalmente. La suavidad con la que el globo se deja llevar sobrevolando los terrenos aumenta la sensación de paz que se respira en estos parajes castellanos, con jabalíes, conejos y venado corriendo entre la vegetación típica de la zona.

Las condiciones del terreno y del clima son especialmente adecuadas para el cultivo del olivo. La finca se extiende siguiendo una topografía ondulada con diferentes suelos entre los 400 y 600 m de altitud, características que favorecen a los olivos. El típico clima de interior, con inviernos fríos sin heladas y veranos secos calurosos, facilita el control de enfermedades y plagas.

El respeto por la tierra

En Casas de Hualdo mantienen plantaciones de las variedades Arbequina, Picual, Conicabra y Manzanilla Cacereña, cada una con sus características particulares, tanto en el cultivo como en las aceitunas y aceites resultantes. Sorprende uno de los tipos de plantación de los olivos, en seto, como si de plantas ornamentales se tratara, creando un efecto visual muy llamativo que además parece estar dando muy buenos resultados a la hora de la cosecha.

La experiencia de poder visitar en persona una finca de estas características resulta muy enriquecedora y permite conocer realmente una faceta de la producción del aceite de oliva que apenas se tiene en cuenta. Me parece fundamental mantener el contacto con la tierra, conocer los terrenos donde se cultiva cualquier producto y entender su relación con el medio natural, respetando el medio ambiente lo máximo posible.

No hay duda de que el hombre empezó transformando la naturaleza en cuanto comenzó a cultivar la tierra, pero el impacto sobre el medio puede ser más o menos violento. Me gustó saber que existen reconocimientos internacionales que valoran el respeto y la belleza del entorno, como el premio Extrascape en Italia, que precisamente galardonó a Casas de Hualdo en 2012.

Después de nuestra visita aérea por las tierras de la finca, siguiendo el curso que las corrientes de aire nos quisieron dar, nos esperaba un pequeño almuerzo elaborado con aceites de la casa antes de dirigirnos a la almazara. En la segunda entrega de esta visita a la finca olivarera de Casas de Hualdo veremos cómo se elabora el aceite, haremos una pequeña cata y conoceremos cómo se puede degustar cada variedad.

Más información | Casas de Hualdo
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