Tras un extraño parón veraniego, el próximo lunes 8 de septiembre vuelve a emitirse la serie "El chiringuito de Pepe" (Telecinco, 22.30h). Para los que no la conozcáis, se trata de una comedia costumbrista en la Sergi Roca (interpretado por Santi Millán), aclamado chef con estrellas Michelin y mucho ego, debe intentar reflotar el chiringuito de playa de su padre biológico, Pepe Leal (interpretado por Jesús Bonilla), que no sabe que Sergi es su hijo, sino simplemente un chef con aires de grandeza.
El caso es que aunque solo se emitieron cinco capítulos en junio y julio, la serie me tenía más o menos enganchado, en una relación amor-odio que me hacía cambiar de canal a menudo, pero a la que volvía tras comprobar que era lo menos malo de la parrilla. Si os habéis planteado verla, aquí tenéis 5 razones para amar El Chiringuito de Pepe y 5 para odiarlo.
5 razones para amar "El chiringuito de Pepe"
- La idea es buena. No es que lo de cruzar mundos opuestos, en este caso la alta cocina de Sergi con la fritanga que Pepe practica en su chiringuito, sea algo demasiado original, pero es una buena idea que funciona, y que ofrece momentos hilarantes. Como ocurre con estos planteamientos, al principio el refinado chef no hace más que escandalizarse, pero luego descubre que puede aprender cosas y que no es ni de lejos el mejor en todo.
Santi Millán lo borda como chef de alta cocina. No es que los grandes chefs se parezcan en nada a su personaje, porque al menos todos los que he tenido la oportunidad de conocer son encantadores, humildes con su trabajo y muy respetuosos con el de los demás y con la cocina tradicional. Sin embargo, representando el estereotipo lo hace perfectamente, rezumando ego, desprecio e indiferencia por los poros, con algunos cortes dignos del mejor Risto Mejide.
Tiene momentos muy graciosos, que a todos los que hemos cocinado alguna vez, o comido en algún restaurante de playa o uno de alta cocina nos harán sacar una sonrisa. Así, por ejemplo, me reí mucho cuando Sergi quiere deshacerse de la freidora y casi le da un ataque a Pepe, pero también cuando Sergi es incapaz de hacer una buena espetada con su método científico, o cuando viene un Jeque árabe a cenar y se queda con hambre después de las raciones minimalistas del chef.
El reparto es bastante bueno. Y es que El Chiringuito de Pepe es una serie relativamente coral, porque aunque Sergi y Pepe (Santi Millán y Jesús Bonilla) llevan la voz cantante, el resto de personajes, interpretados por actores con buenas lides, juegan un papel importante. Así, encontramos a Dafne Fernández como Mati, la ayudante de Sergi, que sueña con ser una gran chef, también está El Langui, que interpreta a Vicente Leal, hermano de Pepe, y a Adrián Rodriguez, que interpreta a Dani, el primo guaperas y con pocas luces.
Porque sale Blanca Portillo Mi personaje secundario favorito es el que interpreta maravillosamente Blanca Portillo, Mariana, la pescadera que suministra al chiriguinto, y de la que Pepe está enamorado, aunque ella sale con "Balotelli" (Malcolm Sité) un sonriente negrazo que la ayuda en las labores de la pesca.
5 razones para odiar "El chiringuito de Pepe"
Está llena de tópicos. En parte estos tópicos ayudan a que la serie sea graciosa, porque todos los identificamos fácilmente, pero a veces los personajes llevan su estereotipo tan al extremo que resulta absurdo, burdo y poco creíble. El chef minimalista egocéntrico, el chiringuito sucio y lleno de fritanga, el dueño terco y anclado en el pasado, el primo guapo y tonto, la ayudante guapa y pava, la pastelera enamoradiza e ingenua...
Jesús Bonilla me saca de mis casillas. No sé si es que solo tiene un registro o es que está encasillado en su papel de terco y bruto com Santiago Serrano en Los Serrano, pero siempre me da la sensación de que sobreactúa, aunque igual es que no puedo con su personaje.
Demasiadas tramas de amoríos. Vale que es un clásico de las series españolas, y que una subtrama de amor le sienta bien a cualquier serie de televisión (véase Friends, Como conocí a vuestra madre, Big Bang Theory, Bones, Castle o incluso El Mentalista), pero en El Chiringuito de Pepe se han pasado. Y es que en sólo cinco capítulos, todo el mundo está enamorado de todo el mundo, con algún que otro triángulo amoroso para que no falte a intriga.
Algunos personajes terciarios están muy forzados. Especialmente el alcalde corrupto, que será capaz de enervaros cada vez que salga en escena para irritar también al resto de los personajes, aunque seguramente ese sea su papel en la serie.
Porque hacer actuar bien a niños es muy difícil. Y es que una de las subtramas de amor es la que tiene al repeinado hijo de Sergi Roca, Manu, interpretado por Guillermo Estrella, perdido por los huesos de Oli (Andrea Rodríguez), la desenfadada hija de la pastelera Laura, que a su vez se ha enamorado de su padre, Sergi. Lo que pasa es que hacer actuar bien a un niño es complicado, y aunque no lo hacen mal de todo, sus escenas hacen decaer bastante el ritmo.
Bonus: por el peluquín de Pepe Leal, que aunque es un detalle que refleja muy bien el anacronismo del personaje, es también un recurso demasiado fácil y burdo.
Estas han sido mis razones para amar y odiar a "El Chiringuito de Pepe" a partes iguales. Desde luego que no es ninguna obra maestra, ni siquiera está entre lo mejor de la ficción española, pero su ambientación gastronómica hace que me quede a verla cuando la encuentro zapeando.
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