Una alimentación vegana bien planificada solo necesita suplementar la vitamina B12 y no necesita sustitutos alternativos fuera de los "alimentos reales". Sin embargo, todo el mundo tiene derecho a caprichos ocasionales, algo que está aprovechando el mercado de ultraprocesados. Pero también es posible disfrutar de una alternativa a productos como la nata montada sin recurrir a productos industriales, utilizando un solo ingrediente, la leche de coco.
Se conoce como leche de coco, aunque deberíamos hablar realmente de crema o nata, pues no está pensada tanto como bebida de consumo directo, sino más bien como ingrediente de elaboraciones dulces y saladas. Suele comercializarse en latas o tetrabricks de unos 400 ml, y es muy típica en la cocina asiática, especialmente tailandesa, para preparar currys, guisos y sopas.
Lógicamente, cuanto mayor sea el porcentaje de grasa, más espesa y firme nos quedará nuestra nata montada. Hay que evitar los marcados como light, ligeros o desnatados, y, si solo encontramos productos a partir de extractos, conviene comprobar que cuenten con, al menos, un 70% de coco entre sus ingredientes, y un 17-18% de grasa.
Este producto no necesita refrigeración hasta que se abre, pero antes de montarla es imprescindible haber mantenido el envase varias horas en la nevera. Al enfriarse a bajas temperaturas, se separa la parte sólida (grasa) del agua de coco, que no nos interesa en esta elaboración. Ese líquido se puede beber como refresco o añadir a zumos y batidos, por ejemplo. Lo más fácil es dejarla toda la noche en el frigorífico; no es recomendable acelerar el proceso con el congelador.
Paquete de 6 Leche de coco AROY-D con E435 [6x 500 ml] Leche de coco ~ Leche de coco
Por lo demás, podemos aplicar los mismos consejos y trucos que ya conocemos para lograr una nata montada perfecta: batidora de varillas eléctricas, recipiente muy frío, incrementar paulatinamente la velocidad, y recurrir como apoyo opcional a un estabilizante de nata.
Ingredientes
- Leche de coco (1 lata) 400 ml
- Estabilizante para nata (opcional)
- Azúcar o edulcorante al gusto
- Vainilla u otros aromas al gusto
Cómo hacer nata montada vegana de coco
- Tiempo total 20 m
- Elaboración 20 m
- Reposo 4 h
Refrigerar, sin abrir, el envase de leche de coco en la nevera durante, al menos, cuatro horas. Antes de proceder a montarla, dejar el recipiente que se vaya a usar y las varillas de la batidora en el congelador, unos minutos para que estén muy fríos.
Abrir el envase y separar el agua de la grasa de coco. No es imprescindible que sea una separación perfecta, pero hay que procurar dejar la mínima cantidad de líquido, especialmente si se quiere una textura muy espesa y firme. Reservar el agua para consumir o para otra elaboración en la nevera.
Es más sencillo separar ambas partes partiendo de una lata, ya que al abrirla se expone todo el contenido y, tras haberse enfriado, estará el agua concentrada en el fondo. Si usamos tetrabrick, lo mejor es cortar el envase por arriba -con cuidado-, o vaciarlo en un recipiente alto antes del tiempo de enfriado.
Empezar a batir la grasa de coco con la batidora de varillas a velocidad baja, y empezar a incrementar la potencia poco a poco. Parar de vez en cuando para remover y reagrupar la nata con una lengüeta, y seguir batiendo a alta velocidad hasta obtener una textura espesa, esponjosa y firme, que haga "picos" al levantar las varillas.
Opcionalmente, añadir estabilizante de nata hacia el final del proceso, en la cantidad indicada por el fabricante. Además, se puede endulzar la nata de coco con azúcar glasé o edulcorante líquido, o se puede añadir extracto de vainilla o cualquier otro aroma o saborizante al gusto, como ralladura de naranja, esencia de almendra, etc.
Utilizar inmediatamente a conveniencia o trasladar a un recipiente hermético y dejar enfriar una o dos horas más en la nevera. Se puede conservar dos o tres días en refrigeración.
Con qué acompañar la nata montada vegana de coco
Por sí sola, la nata montada de coco es una delicia cremosa de textura muy agradable y fresca, con ese toque suave de la fruta tropical que le da un matiz dulzón muy agradable. Pero lo suyo es utilizarla como acompañamiento de cualquier postre, bebida, producto o elaboración en los que se emplea la nata montada corriente, como helados, café, batidos, pasteles, crêpes dulces o tortitas. Es ideal para elaborar mousses, tartas de queso o cremas dulces, y resulta deliciosa simplemente con unas fresas o fresones de temporada.
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