Los cuatros pasos imprescindibles y fáciles de seguir para conseguir una taza perfecta de té verde japonés
Hace unos años, el matcha se tornó popular e ingrediente principal en diferentes preparaciones como matcha latte, helados, batidos y glaseados. Versátil para hornear también se puede incluir en la masa de bizcochos y de galletas, hasta de tartas con chocolate y arroz con leche.
Sin embargo, la forma más sencilla de disfrutar este polvo de té verde japonés, es batirlo en agua caliente para crear un té espumoso y nutritivo.
En pocas palabras, el matcha es un tipo especial de té verde cultivado a la sombra que luego se transforma en un polvo muy fino. Tiene un sabor ligeramente amargo y un pronunciado color verde por el alto nivel de clorofila de las hojas.
El matcha ha sido la joya de las ceremonias tradicionales del té japonesas durante siglos, pero en los últimos años se popularizó en el mundo por sus beneficios para la salud.
A la hora de preparar el té matcha, lo mejor será invertir en un batidor de bambú llamado chasen. Su diseño especial rompe los grumos y crea una capa espumosa en la superficie del té. Ahora bien, si no se tiene uno, puedes usar un batidor normal o un espumador de leche eléctrico en su lugar. Lamentablemente, batir o revolver con un tenedor o una cuchara no resultará aquí.
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Sobre el gusto, se dice que el sabor astringente y ligero "amargor terroso" del polvo puede ser uno adquirido. Por esto, si estás incursionando en la bebida por primera vez, lo mejor es añadir una cucharada de miel o de sirope de ágave para encontrar el punto de equilibrio. El nivel de amargor, dependerá en parte de la marca que lo comercializa.
Primer paso: medir y tamizar el matcha
Sobre la preparación, en principio, se recomienda tamizar el polvo en un tazón o taza pequeña. Esto es porque el matcha se agrupa fácilmente, y de lo contrario, será difícil conseguir que el té se disperse uniformemente en el líquido, y en efecto, la bebida resultará grumosa. Para esto, se puede utilizar una cuchara de té chashaku o una cuchara medidora para presionar el té a través de la red del tamiz en el tazón.
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Segundo paso: añadir agua tibia y formar una pasta
Luego, se debe añadir una pequeña cantidad de agua caliente y batir. La temperatura del agua es una de las variables más importantes para un resultado sabroso. Mantener la temperatura entre 75 y 85 ºC permite no quemar el polvo de matcha y darle un sabor amargo.
Tercer paso: batir para crear espuma
Usar el batidor de bambú para batir el matcha hasta obter una pasta suave y sin grumos. Con movimientos de lado a lado, hacia adelante y hacia atrás o en un patrón en zigzag, para dispersar uniformemente el polvo en el agua y crear una capa espumosa en la parte superior.
Cuarto paso: verter en la taza y disfrutar con agua, leche o bebida vegetal
Tradicionalmente, el matcha se prepara solo con el té verde en polvo y agua, pero funciona también con leche o bebida vegetal para un efecto latte. Para ello, se debe agregar el liquido y batir de nuevo hasta que quede espumoso.
Mismo, se puede añadir algunos cubitos de hielo, para convertir el matcha caliente en un delicioso té helado o iced matcha latte. De manera opcional, se puede endulzar al gusto.
La proporción para una taza aproximada es de 1/2 a 1 cucharadita de matcha en polvo con 1/8 de taza de agua inicial seguido de 1/2 a 3/4 taza de agua, leche o bebida vegetal para completar el tazón.
Imagen | Foto 1: Anna Pou, Foto 2: Charlotte May
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