Cómo pelar almendras: el truco paso a paso para hacerlo de manera fácil y sin complicaciones

Cuando se trata de frutos secos, las almendras son esenciales en la cocina española. En los postres como coberturas, en forma de sopa, polvorones, tarta De Santiago hasta galletas crujientes. También se utilizan almendras en el tradicional postre navideño danés llamado Risalamande. El el universo salado, se puede incluso hacer una pasta con ellas para usar en un pesto o curry espeso.

Mucha personas también prefiere disfrutar las almendras en su estado natural sobre una ensalada fresca o como snack de media tarde, ya que se dice que un puñado de almendras crudas aumenta el poder de la memoria. Eso si, las almendras crudas se consumen mejor en su forma blanqueada, es decir sin la piel.

Muchas recetas de Medio Oriente por ejemplo, requieren el blanqueado de almendras, donde primero se sumergen en agua caliente, luego pasan al agua fría y así se retira la piel. En este estado, las almendras se consideran más saludables que las crudas; esto se debe principalmente a que la cáscara marrón de las almendras contiene un compuesto llamado tanino que inhibe la absorción de nutrientes en el cuerpo. Además, cuando la cáscara se desprende, permite que la almendra libere todos los nutrientes fácilmente.

Sin embargo, el problema ocurre cuando se despega la piel de la almendra. Hay momentos en los que resulta difícil desprender la piel, lo que en última instancia hace que se rompa adentro el fruto. Para que todo el proceso sea fácil y sin complicaciones, proponemos una guía práctica y una instrucción paso a paso, que requiere un mínimo de esfuerzo y un resultado exitoso.

Para cumplir el cometido, todo lo que tienes que reunir es un tazón o cuenco, un puñado de almendras crudas (150 g aproximadamente) y agua caliente.

  • Paso 1: Verter las almendras en un tazón pequeño.
  • Paso 2: Calentar el agua hasta el punto de ebullición y verter sobre las almendras.
  • Paso 3: Dejar que las almendras se empapen en el agua caliente por uno 1 a 2 minutos.
  • Paso 4: Retirar el agua del recipiente y enjuagar con agua fría.
  • Paso 5: Verter otra taza de agua hirviendo y dejar que las almendras se remojen nuevamente por 1 a 2 minutos.
  • Paso 6: Retirar el agua y volcar en un tazón.
  • Paso 7: Secar las almendras con un papel de cocina.
  • Paso 7: Presionar ligeramente las almendras entre el pulgar y el dedo índice. Verás como la piel se marchita y se desprende de manera automática, sin esfuerzo ni complicaciones.
  • Paso 8: Acomodar sobre un papel absorbente de cocina para que las piezas se sequen y no retengan la humedad.

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Después de quitar la piel, dejar que las almendras se enfríen durante al menos 10 a 15 minutos antes de usar en una receta. Pasado el tiempo, por ejemplo, se pueden moler o procesar para obtener una arenilla o harina de almendras, sin correr el riesgo de tener una mezcla húmeda y apelmazada. Este método funciona para cacahuetes y nueces también.

Imagen | Foto 1: jirkaejc, Foto 2: photominus

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