El brócoli es una de nuestras verduras favoritas que podemos disfrutar todo el año gracias a las diferentes variedades. Saludable, nutritivo, ligero y rico en vitaminas antioxidantes, también es de lo más versátil en la cocina y todo un manjar si se cocina bien. Preparar y cortar el brócoli es una tarea sencilla y que nos servirá para muchas recetas diferentes.
A diferencia de su pariente cercana en el mundo de las crucíferas, la coliflor, el brócoli nos presenta una pella o cabeza menos compacta y prieta, mucho más sencillo de separar en piezas y cortar sin crear tanto estropicio. Aunque depende un poco de la variedad concreta y el calibre, en general la técnica de corte se puede a cualquier ejemplar de esta verdura.
Separar y cortar un brócoli en floretes
Como utensilios básicos necesitamos una buena tabla de corte, de tamaño generoso para trabajar sin problemas, un cuchillo tipo chef, de verduras o santoku, otro cuchillo más pequeño tipo puntilla, y un pelaverduras manual de Y opcional. Además nos vendrá bien un colador o centrifugador de verduras para lavarlo y escurrirlo.
Según la forma del brócoli puede resultarte más fácil cortar primero casi todo el tronco o ir sacando los cogollos de este, pues hay ejemplares más redondeados y chatos o otros más alargados. En España suelen predominar los del primer grupo.
- Con el cuchillo grande, corta una parte del extremo inferior del tronco, la más fea y que estará algo seca y leñosa; deséchalo.
- Dispón la cabeza de brócoli apoyada boca abajo sobre la tabla. Con el cuchillo pequeño -o usando el grande si te apañas con él sin problemas- comienza a cortar y separar cada florete simplemente siguiendo los tronquitos de cada uno, cortando justo donde se encuentran con el extremo que iba unido al tronco principal.
- Irás obteniendo floretes de diferente tamaño; ve agrupándolos todos hasta terminar de separarlos y reserva el rallo con sus ramificaciones aparte.
- Ahora corta los troncos más grandes de algunos de los floretes, los que sean más largos y gruesos, dejando cada cogollito solo con una parte de esos tallos a tu gusto.
- Si lo deseas, según la receta, corta los floretes más grandes para igualarlos en un tamaño aproximado a los demás, atravesándolos por la mitad desde su base, o incluso en cuartos.
- Recupera el tronco y corta las hojas que pueda tener; resérvalas para cocinarlas o añadirlas en crudo a los platos.
- Corta también las "ramas" salientes del tronco principal, en las que iban adheridos los cogollos, y trocea estos en piezas más pequeñas.
- Pela el tronco principal con el pelaverduras o usando el cuchillo grande de verduras o santoku, hasta alcanzar la parte interior de color más clarito y menos leñosa.
- Corta el tronco en discos, dados o bastones. El corazón interior, la parte casi blanca, se puede comer crudo y resulta sorprendentemente refrescante y suave.
- Lava todas las piezas bajo el grifo y escúrrelas bien, con suavidad.
Falso cuscús o arroz de brócoli
Igual que la coliflor se ha popularizado como alternativa ligera a cereales como el cuscús y el arroz ("colirroz"), el brócoli se puede preparar de la misma manera. Hay diferentes métodos para hacerlo, elige el que más cómodo te resulte.
Recomendamos lavar y secar los floretes enteros primero, aunque se puede limpiar también después.
Coloca el brócoli entero sobre una tabla grande y ve pasando la hoja afilada del cuchillo de chef o verduras a ras de los floretes, como si estuvieras rapándolo o afeitándolo. Ve girando la pieza poco a poco hasta abarcar toda su superficie y dejar los troncos pelados.
Separa los floretes como se ha descrito en el punto interior y después repasada cada uno con el cuchillo puntilla para retirar el máximo de tronquitos que puedan llevar. Pícalos con el cuchillo de chef o santoku como si estuvieras picando chocolate o hierbas.
Tritura esos floretes limpios en un robot de cocina, procesador de alimentos o picadora, hasta dejar una textura granulada fina. Con este método puedes triturar también tallos más gruesos.
Separa cogollos más grandes y rállalos a mano con un rallador de orificios finos tipo diamante, como si fuera queso parmesano.
Para lavar el falso cuscús, cúbrelo con agua en un recipiente y remueve con suavidad, escurriendo con cuidado el agua y repitiendo el proceso una o dos veces más. Tendrás que terminar de secarlo y escurrirlo muy bien con un paño que no suelte hilo.
Recetas para disfrutar del brócoli en casa
- Tortitas de brócoli con cebolla caramelizada y cilantro
- Brócoli al horno con tres ingredientes
- Brócoli al horno con queso feta, tomate cherry y limón
- Ensalada César de brócoli
- Ensalada de brócoli, dátiles y pistachos con vinagreta templada
- Salsa de brócoli para pasta
- Tortilla de brócoli con claras de huevo
- Crema de brócoli, leche de coco y mascarpone
- Falso cuscús de brócoli con huevo a la cúrcuma
- Quiche de brócoli y queso tetilla
- Brócoli con bacon y bechamel
Imágenes | Unsplash - Marcho Verch
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