La gente de todo el mundo ha estado disfrutando del té durante años. Desde ceremonias religiosas hasta reuniones por la tarde, esta querida bebida juega muchos papeles diferentes en la vida moderna.
De ser un ávido bebedor o uno casual, una preparación adecuada es esencial para garantizar que la bebida tenga el color, el aroma y el sabor justo. A continuación proponemos tres métodos de infusión para hacer en casa, así como los tiempos de preparación y las temperaturas ideales para cada tipo de té.
Antes de preparar la bebida, es esencial entender los tiempos de preparación y las temperaturas necesarios para el tipo de té que se está haciendo. A modo de guía general, las recomendaciones son:
El té negro debe reposar durante unos cinco minutos en agua hirviendo 100 °C.
El té Oolong debe remojarse durante unos seis minutos a 85 °C.
El té verde debe reposar durante unos tres minutos a 75 °C.
El té blanco debe remojarse durante unos cuatro minutos a 80 °C.
Los tés de hierbas deben reposar durante unos cinco minutos en agua hirviendo.
Ya sea que estés preparando la bebida con un filtro de té, un soporte de té suelto u otro método, es importante respetar estos tiempos y temperaturas de preparación. Incluso un ligero cambio puede afectar el sabor general y la calidad de la bebida final.
Utilizar una bolsita de té
Hacer té con una bolsita de té, es lo más fácil, ya que las hojas están porcionadas y no es necesario filtrarlas luego. Simplemente se debe colocar la bolsita de té en la taza elegida y agregar unos 150 ml a 170 ml de agua caliente. Utilizando la lista de temperatura antes mencionada como guía, dejar la bolsa durante el tiempo adecuado. Cuando el té se haya terminado de remojar, retirar la bolsa y disfrutar solo, con leche o endulzado, según el gusto.
Es importante tener en cuenta que las bolsitas de té estándar no contienen una gran cantidad de hojas, por lo que es importante evitar el uso de más agua caliente, para un buen resultado. Si se quiere hacer una taza grande de té o una tetera entera, ajustar el número de bolsas en consecuencia para tener una por cada 150 ml a 170 ml de agua caliente y así tener un té gustoso.
Utilizar un filtro de papel
Otra forma efectiva de preparar el té es usando un filtro de papel. Esta es una bolsa de té vacía que funciona como una porta sándwich, donde pones las hojas y luego doblas la bolsa. De esta manera, se coloca en agua caliente y esto permite, que puedan filtrarse a través de la bolsa libremente sin dejar que las hojas se escapen.
La ventaja de usar este método es que podes ajustar la cantidad de té que hay en el filtro. Esto te permite usar más o menos té, dependiendo de cuántas tazas estés haciendo y la intensidad que quieras lograr.
Usar un infusor de té
Un infusor de té de una sola taza funciona mucho como un filtro de té de papel, excepto que es reutilizable y tiene una construcción ligeramente diferente. Para preparar el té con este método, se deben agregar las hojas al infusor y preparar de acuerdo a las pautas de tiempo y temperatura.
Si bien este proceso es simple, hay varias consideraciones a tener en cuenta. Por ejemplo, asegurarse de no llenar en exceso el infusor. Mientras que un filtro de té de papel permite que el agua se mueva libremente a través del filtro, los infusores de té tienen un número limitado de orificios para que fluya el agua. Llenar en exceso el infusor limitará el flujo de agua y tendrá un impacto negativo en la bebida.
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También es importante ajustar la cantidad de agua, en función de la cantidad de té que pongas en el infusor. Algunos infusores pueden contener mucho té y son capaces de preparar una olla entera, pero otros son infusores de té de una sola taza que no deben usarse para más de 150 a 170 ml de agua. Para ello, siempre es mejor revisar las indicaciones de cada artefacto, ya que allí estarán bien detalladas las capacidades.
Imagen | Drew Jemmett
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