Cómo transformar tus legumbres de bote en deliciosos platos con tres sencillos trucos para sacarles el máximo provecho
El universo de las legumbres incluyen variedades como alubias o frijoles, lentejas, garbanzos, guisantes secos y habas secas. Son una excelente fuente de proteínas vegetales, fibra, vitaminas y minerales, y forman un pilar básico de una dieta equilibrada cuyo consumo se recomienda incluir de forma frecuente en los menús de cada semana.
Algunas variedades de legumbres incluyen:
- Alubias, habichuelas o frijoles: pintas, negras, blancas, rojas, entre otros.
- Lentejas: verdes, pardinas, rojas, amarillas, caviar.
- Garbanzos: lechoso, pedrosillano, negro, etc.
- Guisantes: partidos, de ojo negro, verdes.
- Habas secas.
Las legumbres son conocidas por su alto contenido de proteínas, fibra dietética y nutrientes como hierro, folato y magnesio. Son una opción popular para personas que siguen dietas vegetarianas o veganas debido a su contenido proteico.
Además de proteínas, las legumbres contienen una variedad de nutrientes esenciales como hierro, zinc, calcio, y vitaminas del grupo B, que a menudo se encuentran en menor cantidad en las dietas vegetarianas y veganas.
Las legumbres son extremadamente versátiles y se pueden utilizar para preparar una amplia variedad de platos, desde sopas y guisos hasta albóndigas de lentejas, hamburguesa de garbanzos o de guisantes, y ensaladas. Hasta para crear un salpicón de legumbres con inspiración en el Mediterráneo o una pasta con alubias blancas encubiertas, la receta ideal para transformar legumbres en una salsa.
En el mercado es posible encontrar legumbres secas y también en lata. La diferencia entre ambas radica en su preparación y conservación. Las legumbres secas requieren remojo y cocción prolongada antes de poder ser consumidas, mientras que las legumbres en lata están precocidas y listas para usar. Las legumbres secas tienden a tener una textura más firme después de cocinarse, mientras que las legumbres en lata tienden a ser más suaves.
De todas maneras, existen varias razones por las que a alguien podría no gustarle las legumbres en bote. Algunas personas prefieren la textura más firme de las legumbres cocidas desde cero en lugar de la textura más suave de la conserva. Otros encuentran que estas tienen un sabor ligeramente diferente en parte por su contenido de sodio o del propio líquido de gobierno. Estas a menudo contienen sal añadida como conservante, lo que puede resultar en un sabor más salado.
En última instancia, la preferencia por las legumbres en lata o cocidas desde cero es una cuestión de gusto personal y elección individual. Cada persona tiene sus propias preferencias culinarias y formas de preparar los alimentos.
No obstante, existen tres sencillos trucos para mejorar las legumbres en lata y su experiencia al momento de comer.
- Enjuagar las legumbres. Al hacerlo, se elimina el exceso de sal y ese regustillo a bote que pueden estar presentes en las conservas. Debe hacerse con suavidad bajo el chorro del agua del grifo, en un colado de malla fina.
- Aderezar las legumbres. Agregar condimentos como ajo en polvo, cebolla en polvo, comino o pimentón a las legumbres después de enjuagarlas les da un impulso de sabor. Estos condimentos complementan el sabor natural de las legumbres y las hacen más deliciosas. Las mezclas tipo curry son otra opción excelente.
- Cocinar brevemente las legumbres. Cocinar las legumbres unos minutos después de aderezarlas permite que absorban los sabores de los condimentos y se calienten uniformemente. Esto mejora la textura y el sabor de las legumbres, haciendo que sean más sabrosas al momento de servirlas. Se pueden echar directamente a guisos, potajes y sopas, o también saltear en la sartén, dorar en la freidora de aire o cocinar al horno para que además queden crujientes.
Imagen | Foto 1: sergeyryzhov, Foto 2: HandmadePictures, Foto 3: Boyrcr420
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