Aprende a hacer conserva de calabacín en casa para disfrutar de esta deliciosa verdura todo el año
Hacer una conserva de calabacín es una excelente forma de preservar esta verdura durante meses sin necesidad de congelarla, antes de que, definitivamente, se acabe su temporada.
Una conserva es un método de preservación de alimentos que permite mantenerlos en buen estado durante un período prolongado. Este proceso implica envasar los alimentos en frascos o recipientes herméticos y someterlos a calor para eliminar microorganismos que podrían causar su deterioro.
Existen las conservas en aceite o en salmuera, donde se utilizan soluciones de agua y sal para conservar verduras y algunos pescados. También las conservas en azúcar, más habituales con las frutas, que se cocinan para hacer mermeladas o jaleas.
El proceso general para hacer una conserva se puede detallar en cuatro pasos:
- Preparación: Los alimentos se lavan, pelan y cortan según sea necesario.
- Envasado: Se colocan en frascos esterilizados.
- Sellado: Se cierran herméticamente para evitar la entrada de aire y microorganismos.
- Esterilización: Se calientan los frascos en agua hirviendo o en una olla a presión para asegurar la eliminación de bacterias.
En definitiva, la conserva es una solución de antaño que permite almacenar los alimentos durante un largo periodo de tiempo, sin riesgo alguno de enfermedad o putrefacción. Este ha sido fundamental para la supervivencia y evolución humana. En el contexto actual, es una forma ideal para disfrutar de frutas y verduras durante todo el año, aún aquellas que están fuera de temporada.
En el caso puntual del calabacín, la conserva se mantiene en buen estado durante varios meses, incluso hasta un año, si se hace correctamente. Durante el proceso de conservación, los sabores del calabacín se intensifican y es posible añadir especias y hierbas al gusto, lo que le da un toque especial y personal a la conserva.
Versátiles en la cocina, añaden un valor agregado a las ensaladas, sandwiches, tostadas e incluso como acompañamiento de platos principales.
Lo más económico e inteligente para evitar el desperdicio alimentario es aprovechar el calabacín en temporada. Para hacer la conserva en casa, se necesitan: calabacines frescos, agua, sal, especias al gusto (ajo, pimienta, hierbas secas, etc.) y frascos de vidrio con tapa hermética (esterilizados).
- Esterilizar los frascos y tapas hirviéndolos en agua durante unos 10 minutos. Dejar que se sequen boca abajo en un paño limpio.
- Lavar bien los calabacines. De manera opcional, quitar la piel, aunque está es nutritiva y aporta textura. Cortar en rodajas, cubos o tiras, dependerá del gusto.
- Hervir agua en una olla grande. Agregar el calabacín y blanquear durante 2 a 3 minutos. Esto ayuda a preservar el color y la textura. Luego, enfriar rápidamente en agua helada para detener la cocción.
- Preparar la salmuera con agua, sal y hierbas al gusto en una olla y llevar a ebullición. Dejar enfriar.
- Colocar el calabacín blanqueado en los frascos esterilizados, dejando un espacio de aproximadamente 1 cm en la parte superior. Verter suficiente salmuera para cubrir completamente el calabacín.
- Con un cuchillo o espátula, golpear por los lados del frasco para eliminar burbujas de aire que puedan haber quedado atrapadas.
- Limpiar los bordes de los frascos con un paño limpio y colocar las tapas herméticamente.
- Colocar los frascos llenos en una olla grande con agua hirviendo (el agua debe cubrir al menos tres cuartas partes de los frascos). Hervir durante 10 a 15 minutos para asegurar que se sellen correctamente.
- Retirar con cuidado los frascos del agua y dejar enfriar completamente. Una vez fríos, comprobar que las tapas estén bien selladas (deberían estar hundidas).
- Almacenar en un lugar fresco y oscuro. Importante colocar etiquetas donde figuren los datos del contenido, peso y fecha de envasado para un control bromatológico.
Como acompañamiento, la conserva de calabacín potencia un plato de fettuccini a la cazuela con salsa de ajo y queso parmesano para un almuerzo delicioso. O bien, como relleno en sándwiches o wraps junto con proteínas como pollo, atún o garbanzos pisados. Mismo como parte de una tabla de picoteo, la conserva de calabacín marida bien con galletas saladas de queso parmesano y pimentón, quesos y aceitunas.
Imagen | Foto 1: freepik
En DAP | Cómo elaborar conservas en casa
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