La guía definitiva para hacer pimientos asados

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El pimiento es una verdura comodín que putilizamos de muchas formas en la cocina. Existen multitud de variedades distintas, incluyendo los más pequeños y picantes, aunque el llamado pimiento morrón rojo reina sobre los demás. Estamos en plena temporada de pimientos y es el mejor momento para hacer unos pimientos asados de película.

La calidad de los pimientos asados envasados deja mucho desear en cuanto a textura y sabor. Por eso merece la pena llenar la cesta de la compra con un gran cargamento de pimientos para asarlos en casa y aprovecharlos en muchos platos diferentes. Para terminar de animaros, a continuación compartimos nuestra guía definitiva para hacer pimientos asados y recetas en las que sacarles partido.

¿Qué pimientos asar?

Los pimientos grandes rojos suelen ser más dulces, carnosos y jugosos

La respuesta es simple: cualquiera que nos guste. Todos los pimientos se pueden asar, solo depende de nuestras preferencias, de lo que ofrezca el mercado en cada momento o de cómo queremos utilizarlos después. Es primordial, eso sí, escoger ejemplares de buena calidad, a ser posible sin daños y en su punto perfecto de maduración.

En el caso de no tener una idea muy clara yo apuesto por el clásico, el pimiento rojo morrón de gran tamaño, carnoso y hermoso. Me gustan especialmente los de gran calibre y color rojo oscuro, casi negro, tienen un gran sabor que se intensifica mediante el asado, dulce y equilibrado.

Recordemos que los pimientos rojos fueron inicialmente verdes, pero al madurar aumenta el nivel de azúcares y se intensifica también el color; ocurre lo mismo con los amarillos, que se vuelven de color naranja.

También podemos combinar diferentes colores (amarillo, rojo, naranja, verde) que darán mucho colorido a nuestros platos. Podríamos asar distintos tipos al mismo tiempo, pero es más recomendable utilizar pimientos del mismo calibre, ya que de lo contrario los más pequeños se asarían mucho más rápido, con el riesgo de que se nos quemen.

La preparación previa

Se pueden asar enteros o abiertos y sin semillas. El primer paso siempre será lavar y secar bien los pimientos, comprobando que no tienen partes dañadas, y cortar parte del tallo si fuera muy grande o si llevara hojas unidas. También es preferible dejarlos a temperatura ambiente y no asarlos directamente de la nevera.

Para asarlos abiertos hay que abrirlos con un corte vertical para dejar cada pimiento y cortar el tallo superior con el gran núcleo de semillas. Finalmente se retiran los restos de semillas y los filamentos. Personalmente no me gusta este segundo método porque tengo la impresión de que salen menos sabrosos.

Cómo asar pimientos en casa: tres métodos diferentes

No existe un único método válido para asar pimientos; podéis escoger el que más se adapte a vuestras necesidades y entre dentro de las posibilidades del hogar. Lo importante es conseguir ese “chamuscado” exterior responsable del delicioso sabor de los pimientos asados.

En el horno

Mi método favorito, fácil y práctico. Suelo aprovechar para hornear varias cosas a la vez cuando lo enciendo, y ya sabréis que mi horno no se toma vacaciones ni en plena ola de calor.

Ingredientes

Para 2 personas
  • Pimiento rojo 2
  • Aceite de oliva virgen extra

Cómo hacer pimientos asados

Dificultad: Fácil
  • Tiempo total 35 m
  • Elaboración 5 m
  • Cocción 30 m
  1. Precalentar el horno a 200ºC.

  2. Engrasar ligeramente con aceite una bandeja o fuente grande.

  3. Colocar los pimientos encima sin apelotonarlos demasiado. Regar con un poco más de aceite de oliva virgen extra y masajear para que se unten bien.

  4. Asar a media altura durante unos 25-35 minutos, dándoles la vuelta con unas pinzas a mitad de la cocción.

  5. El punto final depende del gusto, a mí me gustan más hechos, más tiernos. La piel debe quedar ennegrecida por algunas partes.

  6. También se pueden asar utilizando el gratinador, si es potente. En ese caso conviene colocar los pimientos en el nivel más superior del horno, pero procurando que haya espacio suficiente para que no se chamusquen demasiado rápido, dejando el interior a medio cocinar.

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Sobre la llama de la cocina

Es un método no válido para cocinar de inducción o vitrocerámica, pero si tenéis fuegos de gas podéis asar pimientos directamente sobre la llama. Es práctico sobre todo en verano porque evita encender el horno, ideal para asar pocas unidades.

  1. Cubrir los alrededores del fuego con papel de aluminio para protegerlo de salpicaduras, o usar un “asador” especial para estos menesteres.
  2. Colocar un pimiento cada vez directamente sobre el fuego.
  3. Asar a media potencia durante unos 25-30 minutos, girándolo cada cierto tiempo para asarlo de uniformemente por todos lados.

A la barbacoa o grill

En temporada de comidas al aire libre podemos aprovechar la barbacoa o grill; con buenas brasas conseguiremos unos pimientos asados especialmente irresistibles.

  1. Colocar los pimientos en el grill de la barbacoa sobre las llamas.
  2. Vigilar que la potencia de las llamas sea media y no llegue a quemar directamente los pimientos.
  3. Girar de vez en cuando con pinzas adecuadas para asarlos de forma homogénea.
  4. Retirar a los 20-25 minutos, cuando la piel esté muy negra.

Cómo pelar los pimientos fácilmente: el poder del vapor

Dejando sudar los pimientos recién asados los pelaremos más fácilmente

Una vez asados a nuestro gusto hay que ser pacientes y dejar los pimientos reposar en un baño de vapor. Utilizaremos el propio calor de la verdura recién asada para “suden” y facilitar el proceso de retirar la piel. Hay varios métodos:

  • Tapar la bandeja del horno con papel de aluminio o plástico film, procurando que queden bien cubiertos sin huecos de ventilación.
  • Introducir los pimientos dentro de una bolsa apta para alimentos, por ejemplo, de congelación, con cierre hermético.
  • Colocar los pimientos en un gran plato y taparlo con una fuente o recipiente de gran tamaño.

Esperaremos, como mínimo, 20 minutos. Una vez destapados quizá tengamos que esperar un poco más por si continúan demasiado calientes.

Ahora queda la tarea más engorrosa, que no difícil. Hay que hacerse a la idea de que nos vamos a pringar un poco, quizá interese utilizar guantes aptos para uso alimentario. Lo que nunca hay que hacer es lavarlos debajo del grifo, estaremos echando por el desagüe gran parte del sabor y jugosidad.

  1. Abrir cada pimiento mediante un corte vertical longitudinal.
  2. Retirar con cuidado el tallo y el núcleo de semillas.
  3. Eliminar también los restos de semillas sueltas y cortar los filamentos pasando un cuchillo a ras.
  4. Dar la vuelta y pelar. La piel debería salir fácilmente, despegándose sin problemas.
  5. Desechar semillas, tallos, pieles y filamentos, pero conservar los jugos.
  6. Cortar los pimientos según necesitemos.

Dependiendo de cómo vamos a emplear los pimientos los cortaremos de una forma u otra. Lo habitual y más práctico es hacerlo en tiras largas, no demasiado finas, para apreciar bien su rica carne. Si no tenemos claro el uso, lo mejor es dejar piezas grandes.

Si vamos a consumirlos a corto plazo es suficiente con envasarlos en un recipiente hermético con sus jugos limpios, en la nevera. En el caso de que vayan a pasar más de dos días, es preferible cubrirlos con aceite de oliva virgen extra de buena calidad. Y si queremos conservarlos a largo plazo, nos podemos plantear el envasado al vacío o las conservas caseras.

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Cómo utilizar los pimientos asados en la cocina: ideas y recetas

Pocas cosas hay tan simples y tan deliciosas como una cena rápida a base de pimientos asados, queso y buen pan. Si añadimos una buena conserva de pescado -anchoas, bonito-, salazón o ahumado, ya casi será un banquete.

Prácticamente cualquier ensalada de temporada ganará muchos puntos añadiendo pimientos asados; combinan de maravilla con todo tipo de lechugas y hojas verdes crujientes, también con tomates, cebolla, aceitunas o huevo duro. Y, vuelvo a insistir, con cualquier queso.

¿Más ideas? Tostas, tostadas y canapés -hacen gran pareja con el aguacate y el jamón-, relleno de bocadillos y sándwiches fríos o calientes, salsas de pasta, pizzas, tartas saladas, tortillas, guarnición de carnes y pescados, ensaladas de hortalizas, hummus, pisto, currys, cuscús, guisos y salteados de legumbres, cremas de verduras... Las posibilidades son casi infinitas.

Y para que no os falte inspiración, terminamos esta guía con algunas de nuestras mejores recetas para sacar el máximo partido a los pimientos asados en casa:

Fotos | iStock.com - Unsplash - Pixabay - Divya Kudua - Bernal Saborio

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