Si te resulta tan complejo cocinar que ni siquiera puedes poner una cacerola con agua sobre el fuego, no te desanimes; hervir (o ebullir) es la forma más simple y fundamental de cocinar los alimentos y preparar algunas de tus comidas favoritas.
¿Qué es hervir?
Científicamente hablando, la ebullición es un cambio de fase explosivo entre un estado líquido y un estado gaseoso. Alcanzar el punto de ebullición es un método de cocción esencial que se utiliza para preparar de todo, desde pasta hasta verduras, huevos y carnes. Se usa en las cocinas de todo el mundo todos los días, y lo mejor de todo es que se requiere una olla o cacerola para empezar. Con este método, los alimentos se cocinan a una temperatura relativamente alta, en agua o algún otro líquido a base de agua.
A pesar de que los alimentos hervidos tienen fama de ser sosos, desabridos o aburridos. Esto se puede remediar si se hierven en agua bien condimentada con especias y hierbas como laurel, semillas de pimienta e hinojo, o caldo o junto a otros líquidos, como vino, leche de vaca, o leche de coco.
Cuando los líquidos hierven a 100 ºC, las burbujas causadas por el vapor de agua se encuentran en la superficie del líquido y estallan. En este punto, los alimentos se sumergen completamente en agua para una distribución uniforme de la energía. Por las corriente de convección físicas, el líquido transfiere este calor a los alimentos y luego, este es absorbido por la superficie de la comida para aumentar la temperatura interna y cocinarse.
La mejor manera de saber si la comida está hirviendo es mirando la superficie del líquido. ¿Hay grandes burbujas que se rompen en la superficie? Si no sucede, puede ser necesario subir el fuego o cubrir la olla para alcanzar los 100 ºC. Ahora bien, para un registro exacto, lo mejor es utilizar un termómetro para controlar la temperatura del agua y medir la temperatura interna de lo que estés cocinando. Al ser un método de cocción eficaz, funciona mejor con alimentos más resistentes; cualquier ingrediente delicado puede dañarse o marchitarse rápidamente.
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Ventajas y desventajas
En primer lugar, hervir es increíblemente simple y te permite cocinar una gran cantidad de platos con relativa facilidad. En términos de tiempo, puede ser ultrarrápida, por ejemplo la pasta y las verduras pueden tardar de 10 a 15 minutos, mientras que las hojas verdes como espinaca o acelga, en cuestión de segundos estarán listas. En tanto al paladar, los alimentos hervidos conservan su sabor natural, sin necesidad de agregar grasas o aceites y reducir el uso de salsas. Por esto, hervir es la mejor manera de hacer combinaciones ligeras que favorece la digestión.
No obstante, los alimentos demasiado hervidos pueden significar la pérdida de vitaminas y minerales solubles en agua. Para esto, lo mejor es incorporar el líquido de cocción como parte del plato para mantener el valor nutricional, como es el caso de las sopas, guisos o caldos.
Alimentos para hervir
Uno de los elementos centrales al método de ebullición, es aprender a controlar los tiempos de cocción de los alimentos. Son cuatro los factores que intervienen: el tamaño de la porción, la cantidad, la forma y el tipo de ingrediente. A modo de guía práctica, si optamos por hervir:
Huevos: Los huevos duros y blandos requieren diferentes tiempos de ebullición. En términos generales, a fuego medio, durante 5 minutos para una obtener una yema blanda y 6 a 7 minutos para un huevo cocido.
Pasta: Cada pasta es diferente, pero el objetivo es hervir hasta que la pasta esté al dente, o "hasta el diente". Idealmente, la pasta debería proporcionar algo de resistencia en lugar de estar completamente suave hasta el final. Para ello, se recomienda siempre seguir las instrucciones que indica el paquete en cada caso.
Patatas y verduras de raíz: Dependiendo de la densidad y el tamaño de la patata o la verdura de raíz, esto puede variar. Se considera cocido cuando la punta de un cuchillo afilado se puede insertar fácilmente en la verdura sin demasiada resistencia. Mientras una zanahoria puede tarde 25 minutos, una patata se puede extender hasta los 30 minutos.
Para inspirarse y sacar el mayor provecho a los preparaciones hervidas, puedes optar por una suculenta sopa con verduras o unas lentejas guisadas. Mismo, hay que tener en cuenta que a través del hervido, también se obtienen otras elaboraciones, como los fondos vegetales o el almíbar que tanto nos gusta en los postres.
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