La salsa bechamel es una de las más deliciosas salsas que podemos utilizar en la cocina. Nuestras exquisitas croquetas, los canelones, la lasaña o las espinacas a la crema cuentan con esta salsa como uno de sus ingredientes básicos. Hoy voy a enseñarte a hacer salsa bechamel con la receta definitiva para que siempre te quede perfecta, sedosa y por supuesto sin un solo grumo, como si fuera una salsa de queso melosa.
Es mucho más sencillo de lo que parece, y siguiendo nuestras instrucciones, siempre te va a salir estupenda. Tanto si quieres una bechamel fina, para napar unos canelones, como si la prefieres espesa para hacer croquetas o unas pechugas a la Villeroy, aquí tienes las claves para una bechamel perfecta. Además, la salsa bechamel es la base de otras salsas como la Mornay, la Aurora o la Soubise que puedes aprender a preparar como te enseñamos aquí.
Las opciones para sacarle todo el partido son casi eternas, incluyendo una buena lasaña o de una boloñesa, también incluso para sándwiches como el croque-monsieur. Con esta receta, súper fácil, no se te va a resistir ningún plato y vas a comprobar cómo hacer una buena bechamel casera y rápida no entraña ningún misterio.
Ingredientes
- Mantequilla 50 g
- Harina de trigo 50 g
- Leche entera 600 ml
- Sal al gusto
- Nuez moscada molida un pellizquito
Cómo hacer salsa bechamel perfecta y sin grumos
- Tiempo total 40 m
- Cocción 40 m
Para hacer salsa bechamel, comenzamos poniendo una sartén al fuego y añadiendo 50 g de mantequilla. En cuanto se funde, agregamos la misma cantidad de harina y removemos formando un roux o una pasta. Si vamos a querer una bechamel más fina o más espesa, podemos alterar un poco esta proporción, aunque yo suelo mantenerla siempre, y con lo que juego es con la cantidad de leche y con el tiempo de cocción / evaporación.
Una vez bien mezclada la harina y la mantequilla, vamos agregando la leche sin dejar de remover. Es el momento de cambiar la cuchara de palo por las varillas y así evitaremos que se nos formen grumos. Clave: ir añadiendo la leche poco a poco, para que no haya cambios de temperatura.
Puedes conseguir mejores resultados si tienes la leche muy caliente en un cazo y vas agregando cacito a cacito, sin añadir más leche hasta que la anterior ha sido absorbida por la masa. Y eso sí, siempre removiendo sin parar, haciendo movientos circulares o dibujando ochos en la sartén, para que la salsa bechamel siempre esté en movimiento.
Cuando hayas agregado toda la leche, es el momento de probar y añadir sal y el clásico toque de nuez moscada, tan característico de la bechamel. Si quieres una bechamel más espesa, dedica más tiempo y deja que el líquido se vaya evaporando poco a poco mientras la sartén se llena de burbujas.
Qué hacer si salen grumos en la salsa bechamel
Pese a todo, aunque hayas seguido los pasos con cuidado, cada fuego, cada sartén y cada leche es diferente. Entonces... ¿qué puedes hacer si te salen grumos en la bechamel? En ese caso, ya te contamos aquí como resolver este problema para quitar los grumos sin esfuerzo.
Si en la bechamel salen grumos, esto suele suceder al principio del proceso y si con las varillas no los consigues disolver en la leche, puedes recurrir a la batidora y después retornar la salsa ya triturada a la sartén y continuar con la elaboración como se ve en el anterior collage de imágenes.
En qué usar la salsa bechamel
Ahora que ya sabes cómo hacer la salsa bechamel con esta receta definitiva para que te quede perfecta, falta pensar en qué recetas puedes utilizarla. Mis favoritas como ya sabes son las croquetas, pero también resulta ideal para napar verduras y gratinarlas, para hacer mousaka griega, una clásica lasaña o para hacer un aperitivo muy original, las aceitunas a la villaroy, entre otras muchas aplicaciones.
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