Las superficies y materiales de cocina que no deberíamos limpiar nunca con vinagre

Ingrediente básico desde la Antigüedad, el vinagre no solo sirve para una vinagreta, para preparar escabeches y saludables encurtidos o alegrar todo tipo de platos. Ya antaño se empleaba el vinagre para limpiar y hoy se está reivindicando como producto más sostenible y económico casi milagroso. Y decimos casi, pues por muy natural que sea, tampoco conviene usarlo a lo loco si no queremos estropear algunos materiales más delicados.

Junto con el bicarbonato sódico y el zumo de limón, el vinagre es uno de esos ingredientes que pueden ahorrarnos muchos euros en productos de limpieza de nombres llamativos, incluso se puede emplear como sustituto del suavizante en la lavadora. Hablamos de vinagre blanco, claro; nadie va a ponerse a frotar el horno con vinagre de Jerez o con un balsámico, sea auténtico de Módena o el empalagoso sucedáneo.

En el mercado podemos encontrar vinagre específico de limpieza, más concentrado y potente que el que usaríamos para nuestros aliños, y que según el uso se puede emplear diluido o rebajado con agua y/o limón. A falta de ello también nos podemos apañar con vinagre blanco de cocina, de manzana o sidra, sobre todo si lo combinamos con bicarbonato y vamos a dejar reposar antes de frotar y enjuagar.

La acidez del vinagre es la que nos regala su potente capacidad de limpieza para acabar con la suciedad más incrustada, manchas, cal y grasa, incluso la más carbonizada. Incluso actúa como abrillantador de metales y vidrio, pero no es oro todo lo que reluce.

Lo que no deberíamos limpiar con vinagre

Cuchillos de cocina

Si inviertes en buenos cuchillos de cocina -y siempre recomendaremos hacerlo-, se merecen que los trates bien. Por mucho que el fabricante o vendedor diga que se pueden introducir en el lavajillas, no es lo más recomendable, y tampoco deberíamos tratar de limpiar las manchas o restos de comida con vinagre.

Los buenos cuchillos son tan eficientes como delicados, por lo que el ácido del vinagre podría estropear el material de su hoja, más aún si va esmaltado. Mejor utilizar un jabón neutro, un estropajo o paño suave, y secarlos a mano.

Madera encerada o de acabado natural

Sabemos que la madera es el enemigo de los tecnólogos de alimentos, quienes no se cansan de repetirnos que se debe evitar a toda costa este material, especialmente en las tablas de cocina. Pero los más románticos no podemos resistirnos a su belleza natural y calidez asociada además a la artesanía de otros tiempos.

Si tú también te resistes a abandonar la madera en la cocina, olvídate de limpiar los objetos y superficies encerados o sin acabar con vinagre. Además de que probablemente se quede el olor un tiempo, es muy posible que cause manchas y estropee el tacto de su superficie, arruinando el encerado si lo tiene. Utiliza productos específicos.

Mármol

Es uno de los materiales más nobles y también más caros; si tienes la suerte de disfrutarlo en tu encimera de cocina, mímalo como haría Miguel Ángel con su David. Más accesibles son las tablas de mármol o piezas individuales, perfectas para servir y para trabajar chocolate y masas que requieren frío como el hojaldre, y también exigen cuidados delicados.

Jamás limpies el mármol con vinagre ni utilices limpiadores agresivos o estropajos duros que puedan dañar su delicada, suave y fina superficie. Además de perder su brillo, podría terminar con un tacto poroso y pequeñas grietas. Esto se aplica también a utensilios de mármol como un mortero o fuentes de servir.

Piedra natural

Más allá del mármol, otras piedras naturales como el granito, el travertino, el cuarzo, la caliza o la esteatita son muy apreciadas como superficies de cocina y también para diversos utensilios. Si bien cada una puede exigir cuidados espefícicos, en general estos materiales conviene mantenerlos alejados del vinagre y de limpiadores fuertes o agresivos.

Por supuesto, se aplica tanto a las superficies de trabajo como al suelo, azulejos o paredes.

Metales delicados

Hoy en día casi todos los utensilios culinarios se fabrican con acero inoxidable, pero aún podemos encontrar metales más delicados tanto en objetos nuevos como en posibles reliquias familiares heredadas -o joyas de mercadillo de segunda mano-.

El ácido del vinagre puede estropearlo a la mínima por reacción química, dejando manchas, marcas o dañando su superficie pulida, como sucede, por ejemplo, con el cobre o el aluminio. Dependiendo del material en cuestión, habrá que elegir un método de limpieza u otro, pero ante la duda es preferible evitar los vinagres en su lavado.

Incluso deberíamos tener mucho cuidado con metales inoxidables; si vamos a usar vinagre para limpiarlo, es mejor diluirlo y usarlo en una pequeña superficie para ver cómo reacciona, secándolo muy bien inmediatamente después.

Juntas de goma

En la cocina suelen tenerlas los grandes electrodomésticos como la nevera, el lavavajillas, la lavadora -si está instalada en esta estancia-, el horno o algunos robots. También llevan juntas de goma ciertas ollas, sartenes y otros utensilios. No los laves con vinagre de limpieza sin diluir sin consultar antes al fabricante; la goma puede llegar a desintegrarse por la acción del ácido.

Hierro fundido

Las sartenes, ollas y cazuelas de hierro fundido mejoran con el uso y sus cuidados, ya que van adquiriendo una capa de revestimiento antiadherente que se refuerza con el tiempo. Si los limpias con vinagre, sobre todo si va muy concentrado y no lo enjuagas y secas rápidamente, puedes echar al garete todas sus fabulosas propiedades.

Pantallas y dispositivos electrónicos

Con la tecnología cada vez más presente en las cocinas, no hay que descuidar su mantenimiento especial. Nada de usar el mismo estropajo y los mismos productos como el vinagre para limpiar pantallas, sean o no táctiles, ni altavoces o teclados.

Esto incluye televisores, monitores, tabletas, teléfonos móviles, telefonillos, cámaras, altavoces inteligentes, robots de cocina con pantalla, neveras inteligentes, hornos y cualquier otro dispositivo electrónico que podamos usar en la cocina.

Materiales que deban ser desinfectados

Un mito aún muy extendido puede hacernos creer que el vinagre desinfecta, pero ni con el específico de limpieza más concentrado lograremos acabar con todos los posibles patógenos y bacterias.

Si tienes que limpiar superficies u objetos que hayan estado en contacto con sustancias delicadas o contaminantes, como huevo y carne cruda, utiliza un buen jabón desinfectante, lejía o recurre al lavavajillas.

Fotos | Svetlana Evgrafova y Daniele De Vivo en iStock - Precious Plastic Melbourne y Kevin Doran en Unsplash
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