Partiendo de una buena salsa bechamel casera, podemos hacer otras salsas derivadas, manteniendo la misma textura espesa y consiguiendo otros sabores. Para que puedas incorporarlas a tu recetario, hoy te enseñamos a preparar tres salsas clásicas basadas en la bechamel y te contamos en qué recetas puedes utilizarlas.
Se trata de la salsa Aurora, la salsa Mornay y la salsa Soubise, tres salsas clásicas que puedes usar con carnes, huevos, pasta, pollo, carnes y pescados. Además de estas salsas, hay más salsas derivadas de la bechamel como, entre otras, la salsa de champiñones, la de gambas o la de anchoas, que básicamente consisten en incorporar dichos ingredientes a la preparación de salsa blanca o salsa bechamel o la salsa Villeroy que se elabora con salsa bechamel, queso y clara de huevo.
Cómo hacer salsa Aurora de bechamel y tomate
Partiendo de una salsa bechamel tradicional que hayamos hecho con 50 g de mantequilla, 50 g de harina de trigo y un litro de leche entera, no tardaremos más que cinco minutos en tener lista la salsa Aurora.
Si la hacemos desde el principio, prepararemos un roux claro con la mantequilla y la harina, y comenzaremos a añadir la leche poco a poco, batiendo continuamente con las varillas hasta obtener una salsa bechamel clásica y dejándola cocer hasta darle el punto de espesor de nuestro gusto.
Cuando la bechamel esté lista, añadimos la salsa de tomate frito casera y vamos removiendo. El objetivo es conseguir una salsa de color anaranjado, que recuerde los colores del amanecer o aurora, de donde le viene el nombre.
En función de nuestro gusto y del plato en el que la salsa aurora vaya a utilizarse, añadiremos más o menos cantidad de tomate, obtieniendo una aurora más rosada, o más anaranjada, teniendo en cuenta el sabor dulce que aporta el tomate frito a la bechamel.
En qué recetas puedes utilizar la salsa Aurora
La salsa Aurora, es ideal para acompañar huevos, verduras o para salsear recetas de pasta. Unos buenos macarrones con tomate, carne picada y chorizo, por ejemplo, quedan estupendos si se cubren con la salsa aurora y se gratinan en el horno.
Del mismo modo, la salsa aurora funciona muy bien con recetas de verduras gratinadas como la coliflor, el brócoli, sustituyendo a la bechamel, y también es una buena opción para cubrir unos huevos rellenos de atún con tomate, dándoles una presentación especial.
Cómo hacer salsa Mornay, de bechamel y queso rallado
La salsa Mornay es básicamente una salsa bechamel completada con queso rallado. Lo habitual es mezclar un queso cremoso tipo Gruyère y queso parmesano en polvo. Es decir, primero hacemos una salsa bechamel tradicional y sin grumos y después, cuando la tenemos al punto comenzamos a transformarla en salsa Mornay.
Para elaborar esta salsa se añaden los dos tipos de queso a la bechamel y se mantiene la cocción, hasta que la mezcla vaya creciendo, mientras los quesos se disuelven. Finalmente y ya con la salsa fuera del fuego, es costumbre agregar un poco de mantequilla, y remover hasta que ésta se disuelva dentro de la salsa.
En qué recetas puedes utilizar la salsa Mornay
A diferencia de la salsa Aurora, más utilizada en sustitución de la bechamel clásica para napar o cubrir algunos platos gratinados, la salsa Mornay se suele utilizar como salsa tradicional, como acompañamiento de recetas de carne asada, pollo, huevos, o verduras, sirviéndola junto a ellos.
Obviamente, al llevar queso, también es perfecta para usar como salsa para platos de pasta, o para gratinar otras recetas como los canelones clásicos, las lasañas de cualquier ingrediente, o cualquier pasta corta que se termine en el horno. Para ello, terminaremos la receta correspondiente cubriéndola con la salsa Mornay y dando un golpe de gratinador en el horno.
Cómo hacer salsa Soubise, de bechamel y cebolla
La salsa Soubise es una excelente guarnición para platos de carne de ternera, cerdo o pollo y básicamente consiste en una bechamel a la que se añade un puré de cebolla, que se termina de cocinar dentro de la propia salsa.
Para hacerla, preparamos una salsa bechamel tradicional y la reservamos en caliente. En otra sartén, freímos 350 g de cebolla picada en brunoise con dos cucharadas de mantequilla, manteniendo el fuego al mínimo para que no se dore. La dejamos hasta que esté casi transparente.
Entonces añadimos la cebolla la sala bechamel que teníamos reservada en caliente, dejando que la cebolla se cocine dentro, durante unos quince minutos. Para terminar la elaboración, pasamos la salsa soubise por un pasapurés y ya la tenemos lista para los usos que queramos darle.
En qué recetas puedes utilizar la salsa Soubise de bechamel y cebolla
Puedes utilizar la salsa soubise derivada de la bechamel, como guarnición para recetas de todo tipo de carne. Como idea de presentación, puedes servir un poco de la salsa en el plato, como base y colocar sobre la salsa las distintas tajadas o piezas, decorando con alguna hoja verde.
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