De qué manera se puede realzar el sabor y la textura del hummus del supermercado: tres trucos para hacerlo en casa de manera fácil
El hummus es un plato tradicional de Medio Oriente que tiene sus raíces en la antigua cocina egipcia. Se cree que su origen se remonta a hace más de 7000 años, y ha sido una parte integral de la cultura durante siglos. Su receta más ortodoxa consiste en puré de garbanzos, pasta de sésamo (tahini), aceite de oliva, limón y ajo, y se servía como parte de una mezze, una selección de pequeños platos que se comparten.
A lo largo de los años, el hummus ha ganado popularidad en todo el mundo y ha experimentado diversas variaciones, incluyendo ingredientes como pimientos rojos asados, remolacha, o hierbas frescas. Hoy en día, el hummus se disfruta de muchas maneras.
Por su versatilidad y sabor tan característico, algunas de las formas más comunes de comer hummus incluyen: como dip en una mesa de picoteo, se sirve con vegetales crudos (o crudités de verduras), pan pita, nachos o galletas saladas. Untado en sándwiches y wraps, como alternativa a la mayonesa o mostaza por ejemplo, añade otra capa de cremosidad a los bocadillos.
Funciona como aderezo para ensalada o pasta, como en el caso de los macarrones con hummus. Aligerar la pasta de garbanzos con un poco de aceite de oliva y limón o agua, ayuda a crear una vinagreta deliciosa. Y por último, el hummus puede servirse como acompañamiento para platos de carne, pescado o verduras asadas al horno, añadiendo un plus de sabor.
Dado su éxito, es un alimento muy popular y ampliamente disponible en los supermercados y/o tiendas. Fácilmente se puede conseguir en la sección de nevera o envasados, en sus múltiples sabores: tradicional, de remolacha hasta de pimiento rojo asado y aceitunas, entre otros.
En una contienda con el hummus casero, el hummus envasado del supermercado a menudo contiene conservantes y aditivos para prolongar su vida útil, así como para mantener su consistencia y sabor durante más tiempo. No obstante, es una alternativa conveniente para disfrutar de este manjar de Medio Oriente. Especialmente para aquellos con un estilo de vida ocupado o que buscan opciones rápidas y listas para consumir.
Presentamos tres trucos para mejorar el hummus envasado, sin tener que prepararlo desde cero.
- Personalizar con ingredientes frescos. Puedes agregar un punto más de frescura al hummus con un agregado de zumo de limón adicional, un chorrito de aceite de oliva de calidad, hierbas frescas picadas (como cilantro o perejil) o especias como comino o pimentón. Estos ingredientes pueden realzar el sabor y la complejidad del hummus envasado.
- Textura suave: Para una hummus más cremoso, puedes mezclar el envasado con un poco de agua o aceite de oliva adicional hasta alcanzar la consistencia deseada. Esto lo hace más fácil para untar o para usar como aderezo.
- Añadir toppings: Para darle un acabado diferente y bonita presentación, puedes terminar con piñones tostados, semillas de sésamo o aceitunas picadas.
Otro truco es que puedes implementar, es mezclarlo con ingredientes para crear nuevas variaciones de sabor. Por ejemplo, puedes mezclar el hummus envasado con puré de aguacate para una versión verde y bien cremosa. O bien, añadir una a dos cucharadas de sriracha casera para un sabor picante, e incluso un poco de pesto para un toque herbal y aromático. En definitiva, estos simples trucos pueden ayudarte a transformar el hummus envasado en una experiencia completamente nueva y deliciosa.
Imagen | Foto 1: Christopher Alvarenga, Foto 2: Antoni Shkraba, Foto 3: cleo stracuzza
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