Cómo extraer el máximo zumo a un limón, aunque esté seco o duro)

El verano es una época dura para una murciana que le echa limón a todo, pues no es precisamente la mejor época para esta fruta cítrica. Hay que aprovechar los -caros y pobres- ejemplares que nos llegan en verano, y para exprimir al máximo su fantástico zumo hay varios trucos muy sencillos que podemos aplicar en casa. Y sin recurrir a ningún artilugio aparatoso.

Confieso que tengo abandonado en un armario el accesorio exprimidor que incluía mi procesador de alimentos, y jamás lo he usado. Por lo general aplico el método de toda la vida: cortar por la mitad y apretar con la mano sobre lo que quiero aderezar. Solo ocasionalmente utilizo el viejo modelo de madera manual; fiable, sencillo y pequeño, sin necesidad de conectarlo a la corriente. Pero cuando necesito extraer el máximo de zumo de limón, recurro a varios trucos.

Si encuentras una buena oferta de limones de buena calidad, aprovecha y llévate unos cuantos a casa. Los que más zumo y aroma tienen no necesariamente serán los más grandes y lustrosos; fíjate mejor en las mallas de limones más redonditos y pequeños, a veces más feos, que suelen tener una piel mucho más fina y más peso, signo de que estarán rebosantes de zumo. Los puedes guardar en la envera durante muchos días, incluso semanas.

Calentar con microondas

Importante sobre todo si los sacamos directamente de la nevera es calentar la fruta ligeramente antes de cortarla. Un limón o cualquier otro cítrico que esté frío será más difícil de exprimir, porque la pectina y la celulosa, así como los azúcares naturales, se vuelven más fuertes y densos con bajas temperaturas, endureciendo el limón.

Queremos que estén solo tibios, no que humeen o nos quemen al tacto. Entre 15 y 30 segundos a máxima potencia será suficiente, según el tamaño del limón y el tipo de aparato. Para no pasarnos, podemos probar con una potencia media del microondas y tandas cortas.

Calentar con agua caliente

Si tienes tiempo y no quieres pasarte con el microondas, puedes dejar los limones sumergidos en una fuente de agua caliente -no hirviendo, que puedas tocarla sin quemarte-, durante una media hora o cuarenta minutos. Si hace frío, quizá tengas que reponer el agua caliente una o dos veces a lo largo del proceso.

Hacer rodar bajo presión

Una vez tibios, nos ayudará a sacar el máximo de zumo si los hacemos rodar sobre una superficie dura y firme, como la encimera o la mesa, presionando con la mano. No hay que aplastarlos, simplemente soltar un poco la pulpa interior, romper las fibras y reblandecerlas para ayudar a que los jugos sean liberados. El movimiento debe ser como si formáramos rollitos con una masa, haciendo fuerza hacia abajo mientras el limón rueda sobre sí mismo.

Cortar en longitudinal

Sacaremos mucho más zumo cortando el limón por la mitad de punta a punta, en longitudinal, y no trasversal. Utiliza un buen cuchillo afilado para sacar un corte limpio y recto lo más centrado posible.

Un recipiente grande

Evita desperdiciar cualquier gota de zumo exprimiendo la fruta sobre un cuenco o fuente grande, de paredes altas y boca ancha, introduciendo el limón ligeramente dentro del recipiente para recoger todo el líquido que pueda salir despedido hacia los dados.

La ayuda del tenedor

Si no tienes un exprimidor manual, tras presionar primero el medio limón con la mano para sacar la primera ración de zumo, puedes ayudarte de un tenedor rompiendo y liberando el resto de jugos en la pulpa. Retuerce sus dientes con una mano mientras aprietas y estrujas bien la fruta con la otra.

Unas buenas pinzas de cocina

Más efectivo resulta sujetar primero el medio limón, de nuevo longitudinalmente, con unas pinzas de cocina grandes como las que podemos usar para manejar carne en la barbacoa. Es mucho más fácil y cómodo aplastar el cítrico con ellas, ya que haremos más presión con menos esfuerzo. Ayúdate de la otra mano para terminar de espachurrar la fruta sobre sí misma.

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