El amigo Vicente Alvarez nos envía esta sabrosa receta de churros sin gluten. Nos cuenta Vicente que es para los niños, pero no especifica la edad. Yo creo que va a ser muy adecuada para niños de 2 a 90 años. Aproximadamente. Año arriba, año abajo...
Bromas aparte, les dejo con Vicente:
NECESITAMOS:
1.- Churrera: (tipo ILSA, es de aluminio, 12-16 €, en ferreterías, con accesorios, muy resistente) o (tipo Manga pastelera, ejemplo la del LIDL, 8 €, puede ser válida para masas blandas, pero si la masa nos sale un poco espesa, seguro que no nos valdrá)
2.- Sartén: No muy grande, para que tengamos unos 2-3 cm de aceite, con aceite de girasol (quedan mejor que con aceite de oliva, probar con este otra vez si queréis), ¼ litro para empezar puede valer, podéis guardarlo después en un frasco para otras veces.
3.- Harina: Es importante probar distintos tipos de harina, con pequeñas cantidades, hasta encontrar la que, o la mezcla de las que, mejor consistencia os den al amasar para hacer los churros. Pero bueno, empecemos con algo: 100 gramos de Harisin; y 100 gramos de Maizena.
Si probáis con cualquier otra harina, probarla primero sin mezclar, iréis viendo como os sale con distinta textura y dureza (recordar probar siempre con poca cantidad, 100 gramos en total, hasta que encontréis vuestra propia mezcla que os agrade). Solo con Harisin, por ejemplo, sale muy blanda la masa, se cae sola de la churrera, y además si hemos añadido levadura, se hinchan los churros, producen burbujas, explotan, salta el aceite y es realmente como si nos atacasen con balas de aceite, si os pasa, mejor apagar o buscar una tapa, resulta bastante peligroso.
4.- Levadura: Podéis utilizar cualquier levadura apta para celiacos, o la que viene en la propia caja de Harisin.
5.- Agua: Un vaso como el de la foto de las harinas, calentado en el micro, con el agua en ebullición. Es bueno preparar siempre un segundo vaso, por si cuando amasamos queremos corregir y echar algo más de agua.
6.- Sal: Una cucharadita de café, rasa de sal. Podéis jugar con la cantidad de sal, para darle el punto que os guste. Máximo dos cucharadas, depende mucho también de las harinas que utilicemos.
LA PREPARACIÓN:
Ponemos en el micro a calentar a punto de ebullición 1 ó 2 vasos de agua llenos casi hasta el borde. Ponemos en un recipiente de cristal (mejor): 100 gramos de Harisin, 100 gramos de Maizena, levadura (una cucharada rasa de café), sal (una cucharada rasa de café), y mezclamos bien con un tenedor.
Vertemos en el bowl un vaso de agua de los calentados (ojo: cogerlo del micro con un guante o trapo). No os preocupéis, en principio parece que no vamos a ser capaces de amasar, que no hay agua, o que hay mucha, o que se van a formar grumos. NADA de NADA. Batimos bien con el tenedor y con un poco de paciencia, en menos de 2 minutos tenemos la masa. Si os parece que está quedando muy dura, echar un poquito más de agua, muy poca, es mejor añadir de varias veces, para no pasarnos al bando contrario. Batir con el tenedor.
Si os parece que está quedando muy blanda (que se cae del tenedor con mucha facilidad), añadir un poquito más de Maizena, muy poca, es mejor de varias veces para no pasarnos al bando contrario. Batir con el tenedor. Con estas cantidades indicadas, tenemos para una churrera ILSA, y nos darán aproximadamente de 8 a 10 roscas de churros. Con esto tenéis solo para los niños, no contéis que van a sobrar para vosotros (os quedáis a dos velas).
Tapar la masa con un paño, y vamos a preparar el aceite. Ponemos el aceite a calentar, a fuego no muy alto, para que nos de tiempo a prepararnos para llenar la churrera. Llenamos la churrera, la ponemos boca arriba y vamos apretando el émbolo para que la masa se compacte y salga el aire.
Para echar los churros en el aceite, es importante que esté muy caliente, empezando a humear.
NOTA: con el aceite tan caliente, la ropa cogerá olor a humo o churros; consejo: no os pongáis ropa de calle, y cuanto menos gente en la cocina, mientras freís los churros, mejor. Probar hasta que cojáis práctica con la churrera a echar una rosca o aro, en lugar de echar los churros sueltos. Mantener el aceite con el fuego a medias o en alto, para que no se os enfríe y no salgan los churros aceitosos. Dar a la rosca la vuelta pronto, para que no se os pase, es mejor darle la vuelta dos veces si es necesario. Si al sacarla la ponéis en un plato sobre una servilleta, soltara el aceite que lleve. Ojo con los niños, no creo que esperen ni a que se enfríe. Así hasta que terminéis con la masa.
Y por último, con chocolate quedan de rechupete, saben a poco.
SUERTE, y ya me contaréis. Seguro que a los chicos les encantan, Vosotros probar los primeros antes de que aparezcan los enanos por la cocina.