Las cuatro grandes ventajas que no imaginas de tener una cocina americana

La mala ventilación, los olores dispersándose por el sofá y el escaso espacio son las críticas mayoritarias a las cocinas americanas, pero es evidente que no todo son inconvenientes. Estas cocinas abiertas no son imprácticas en todo y hay que saber ver el vaso medio lleno.

En realidad, tener una cocina americana también tiene numerosas ventajas que bien conocen y disfrutan a diario quienes disponen de estos montajes integrados en el salón.

Estos espacios son, como señala su nombre, muy comunes en los países anglosajones, donde la cultura culinaria no ha sido tan importante ni central como en los países mediterráneos de forma tradicional.

Aunque el origen de este concepto no está exento de debate, la mayoría de voces coinciden en señalar que este tipo de cocinas nació de la mano de los hogares americanos, que por defecto tenían la cocina unificada al salón. Estas son sus cuatro mayores ventajas:

Una cocina más sociable

La mayor ventaja de todas es la gran comodidad que representa esta estancia, sobre todo en comidas de mucha afluencia: cuando está toda la familia o se organiza un evento en casa. Su uso permite mayor sociabilidad al ser un punto de encuentro.

Por ejemplo, tener tan a mano la cocina permitirá a los anfitriones seguir relacionándose con sus invitados pese a estar ultimando los últimos detalles de la comida o sirviéndole una copa a alguien.

Suele suceder que la persona que cocina se queda un poco relegada a este espacio en las cocinas que están en una habitación aparte, y queda relegada de las conversaciones en su ir y venir de la cocina.

Mayor limpieza

Asimismo, a la hora de recoger toda la comida, la cercanía de este espacio a la mesa contribuirá, sin duda, a que se haga de una forma rápida y eficiente, sin demasiados viajes. Es más, si esta limpieza es colaborativa, todavía resulta mucho más rápida.

También en el terreno de la limpieza, una de las grandes noticias es que una cocina americana enseguida se ve limpia e higienizada, ya que no tiene muchas superficies a asear y con algunas pasadas por sus fogones, extractor y superficies quedará limpia en pocos minutos.

Un importante aliado a la limpieza rápida de este espacio es un buen uso de la campana extractora. A máxima potencia, evitará que los olores se dispersen por todo el salón mandándolos rápidamente hacia la salida de humos.

Igualmente, en cuanto a los olores, es importante sacar la basura a diario o tener los cubos de basura y también los de reciclaje en otro espacio, por ejemplo, una esquina no soleada del balcón. Esto también evitará olores de restos de comida y bandejas de carne y pescado que, sutilmente, se cuelan en el salón.

Más luz

Otra gran ventaja de una cocina integrada en el salón es su ganancia en iluminación, ya que los salones, como espacios principales del hogar en torno a los cuales gira la vivienda, suelen tener la mejor orientación de la casa y beneficiarse de un sol que, en este caso, penetra más fácilmente en la cocina.

Asimismo, esta mayor presencia de la luz natural permite ahorrar en iluminación artificial, muy común en la mayoría de cocinas de los hogares.

Más espacio

Aunque uno de los rasgos inherentes a las cocinas americanas es su escasez de espacio, lo cierto es que el hecho de tener la mesa del comedor tan cerca permite ampliar las superficies de preparación.

Aparte, en los últimos años se ha popularizado el uso de islas en este tipo de cocinas, lo que ha dado nuevos espacios de procesamiento y cocción de los alimentos a estos pequeños espacios.

Fotos | Mark McCammon/Pexels, Andrea Davis/Unsplash, Darlene Alderson/Pexels y R ARCHITECTURE/Unsplash.

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