Ya no tiro los botes de tomate frito de Mercadona porque he descubierto que son ideales para organizar la despensa

¿Quién iba a decir que los humildes botes de tomate frito de Mercadona podrían tener una segunda vida tan útil? Si eres de los que tiran estos envases sin pensarlo dos veces, puede que estés desperdiciando una oportunidad de oro para organizar tu despensa sin gastar un euro. Lo que antes era un residuo cotidiano ahora se ha convertido en un truco viral para aprovechar al máximo cada rincón de tu cocina.

La clave está en su diseño. Estos botes de cristal no solo son resistentes, sino que también tienen un tamaño ideal para almacenar legumbres, cereales o incluso especias. Además, su transparencia te permite identificar el contenido de un vistazo, algo que cualquier amante del orden agradecerá. ¿El toque maestro? Personalizarlos con etiquetas o pintura para pizarra, logrando un acabado funcional y estético.

Aunque parezca sencillo, hay algunos detalles que conviene tener en cuenta. Antes de reutilizar los botes, asegúrate de limpiarlos a fondo para eliminar cualquier rastro de olores o residuos. Si la tapa tiene un fuerte aroma a tomate, puedes sumergirla en una mezcla de agua caliente y bicarbonato durante unas horas. Además, es recomendable esterilizarlos si planeas usarlos para alimentos perecederos.

Después, podemos darles una segunda vida siguiendo diferentes ideas para su reciclaje. Por ejemplo, podemos basarnos en esta idea de @bysandradiy que consiste en pintar su superficie exterior para darle un toque más decorativo, y ayudarse de unas pegatinas para que, al retirarlas, queden estos bonitos dibujos.

El resultado es este diseño tan bonito, con círculos transparentes que facilitan la visión de lo que tenemos dentro. El paso final consiste en la decoración con un poco de corcho: basta con hacer unas tapas y etiquetar lo que irá dentro.

Si uno no quiere complicarse tanto pintando siempre puede usarlos simplemente para guardar alimentos como pasta seca, legumbres, arroz, harina o azúcar una vez se empieza uno de estos botes.

Este sistema de organización no está exento de inconvenientes. La uniformidad de los botes puede resultar limitada si buscas almacenar productos en grandes cantidades. Además, las tapas metálicas pueden oxidarse con el tiempo, por lo que es útil revisarlas periódicamente. Aun así, los pros superan ampliamente a los contras.

Para quienes disfrutan de un enfoque más creativo, los botes también pueden transformarse en lámparas decorativas o floreros improvisados. Con un poco de imaginación, estos envases pueden convertirse en auténticos elementos de diseño que aporten personalidad a cualquier espacio de tu hogar.

Foto | Wirestock en Freepik

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