A Loja do Gato Preto, la reconocida cadena de tiendas de decoración de origen portugués, llegó a España con una propuesta diferente y una identidad muy marcada: diseños únicos, inspirados en la tradición portuguesa, y un logo que rinde homenaje al místico gato negro.
Durante años, esta marca se posicionó como una opción para quienes buscaban una decoración más artesanal y personalizada (o, al menos, no tan masiva como se lleva ahora), en contraste con el enfoque funcional y minimalista de gigantes como Ikea.
Sin embargo, entrar a competir en un mercado tan arraigado como el español no fue tarea fácil. La llegada de Ikea en los años 90 cambió radicalmente los hábitos de consumo en decoración y mobiliario en España, estableciendo un dominio casi absoluto.
A Loja do Gato Preto intentó ganar terreno con un enfoque más vinculado a la proximidad, pero poco a poco empezó a sentir el peso de un competidor que ofrecía más variedad, precios más bajos y una experiencia de compra completamente distinta.
Cierre en Velázquez
Recientemente, la tienda de A Loja do Gato Preto en la calle Velázquez de Madrid anunciaba una liquidación total por cambiar el establecimiento de ubicación, y emplazaba a la clientela a comprar, transitoriamente, en su web.
No obstante, este anuncio no era un traslado, sino el cierre de la tienda en esta emblemática. Y esta se ha sumado al goteo de cierres registrados tras la pandemia, cuando ha cerrado la mayor parte de sus tiendas y ha reducida de forma importante la plantilla, con tres ERE en medio año, informa Eldiario.es.
A Loja do Gato Preto apostó desde el principio por un estilo único, con productos que mezclaban tradición y modernidad. Sus colecciones, muchas veces hechas a mano, destacan por su carácter cálido y desenfadado, ideales para quienes buscan piezas con personalidad.
Por otro lado, Ikea ofrece soluciones prácticas, económicas y en su mayoría fabricadas en serie, lo que lo hace más accesible para un público amplio. El cierre de la tienda en Velázquez no ha sido el único golpe para la cadena portuguesa en España.
En un contexto económico difícil y con un mercado de decoración saturado, A Loja do Gato Preto enfrenta serios problemas para mantener su presencia física. En contraste, Ikea seguía expandiéndose con nuevos formatos de tienda y soluciones digitales que le permitían llegar a un público todavía mayor.
Foto | Suzy Hazelwood
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