En la categoría de los amantes de las plantas y la jardinería hay un grupo de personas que, pese a tener una pasión verdadera por estos maravillosos seres, no consiguen mantenerlas con vida más allá de los días que pueden sobrevivir con sus propios recursos.
Hartos de cadáveres de plantas, estas personas acumulan macetas y cubremacetas en sus armarios, a la espera de que llegue una planta más fácil de cuidar, con más predisposición a ser domesticada, y que no vuelva a repetir el mismo ciclo de siempre.
Lo cierto es que hay muchos tipos de plantas y unas son más fáciles de mantener con vida que otras, pero en caso de ser un torpe con su cuidado es mejor ir a lo sencillo y tratar con especies que requieran menos atención por nuestra parte.
Además, las plantas contribuyen a purificar el aire del hogar, de manera que resulta muy interesante tenerlas en cualquier estancia de la casa, especialmente en las que más tiempo se pasa, como es el caso de la cocina.
Crasas
Una de las especies más fáciles de cuidar son las crasas. Las plantas de esta especie, con forma de árbol, conservan el agua en su interior y apenas piden cuidados por parte de nadie. Son totalmente independientes y se reproducen además con muchísima facilidad.
Aunque no son plantas muy bonitas ni que hagan flor, tienen un color verde brillante que queda genial en cualquier cocina, dándole vida y ese toque vegetal del que tan necesitada va esta estancia.
Cinta
La cinta o chlorophytum comosum es de las más fáciles de cuidar por sus escasas necesidades, y es una de las mejores supervivientes a la ignorancia continuada por parte de sus poseedores.
Esta planta desarrolla nuevos brotes cada año, es muy fácil de propagar y necesita luz solar indirecta para no quemarse. Solo hay que regarla cuando el sustrato está seco, pero resiste muy bien la sequía doméstica.
Poto
El Epipremnum aureum o poto es una vistosa planta de interior que se encuentra en muchos hogares por lo fácil que resulta cuidarla. Con forma de enredadera, crece en cualquier rincón del hogar, también los espacios más oscuros.
En la cocina es ideal para poner en esquinas y dar un toque vegetal, siempre a resguardo del sol directo e intenso para evitar que se quemen las hojas. Su riego necesita ser espaciado, de manera que no pasa nada si uno se olvida de ponerle agua unos días.
Fidodendro
Con características similares, el fidodendro pide estar alejado de la luz solar, con un riego cuando el sustrato está seco. Es una planta realmente fácil de mantener con vida y transmite gran belleza al espacio.
Su estilo enredadera es perfecto para decorar la cocina, ya que forma cascadas, y además tiene la ventaja de que es especialmente purificadora del aire.
Foto | Freepik, Quang Nguyen Vinh/Pexels, Karolina Grabowska/Pexels, Mathias Reding/Pexels y Foto de Sasha Kim/Pexels.
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