El secreto de un horticultor para mantener con vida tu flor de Pascua todo el año (y tres consejos básicos)

Con la llegada de la Navidad, la flor de Pascua, conocida científicamente como Euphorbia pulcherrima, se convierte en un elemento decorativo esencial en muchos hogares y establecimientos. Este símbolo navideño, con sus llamativas hojas rojas, no solo embellece los espacios, sino que también tiene una historia fascinante.

Originaria de México, esta planta fue venerada por los aztecas y llegó a Europa gracias a los franciscanos, consolidándose como un emblema de las fiestas navideñas. Pero su vida no tiene por qué acabar tras la Navidad; es más, puede ser más que duradera.

El horticultor Ángel Illescas, con gran experiencia en el cuidado de plantas, ofrece desde sus redes sociales como TikTok consejos prácticos para mantener la flor de Pascua en buen estado durante todo el año.

Para él, la clave está en la constancia: “La constancia y la perseverancia son el éxito de vuestra planta”, asegura a sus seguidores. Su enfoque simple y directo anima incluso a los menos experimentados a disfrutar de la belleza de esta flor más allá de diciembre. Y sí, con los cuidados adecuados, es totalmente posible.

Un detalle fundamental que menciona Illescas es evitar quitar la red que protege las ramas de la planta. Según el experto, esta estructura sostiene las frágiles ramas de la flor de Pascua y no debe retirarse hasta abril, momento en que se puede trasplantar.

Según detalla, el plástico es su apoyo para “no troncharse", subrayando la importancia de un manejo cuidadoso. Asimismo, remarca tres pilares básicos para el cuidado de la flor de Pascua.

Tres básicos

El primero de ellos es el riego controlado. Este recomienda regar con medio vaso de agua cada tres días, asegurándose de retirar el agua sobrante del plato para evitar el exceso de humedad, que puede ser perjudicial.

Un abonado regular es otra de las necesidades. Esta planta necesita nutrientes, especialmente durante la floración. Se sugiere usar fertilizantes líquidos específicos para floración una vez por semana o cada quince días. “Comer es ser abonada”, insiste Illescas, destacando la importancia del cuidado constante.

Es crucial no mover la planta constantemente y darle una ubicación estable. Escoger un lugar adecuado desde el principio y mantenerla allí contribuirá a su aclimatación y bienestar. No andar mirándola será básico para su supervivencia.

El exceso de agua, según Illescas, es el error más común que se comete con esta planta, ya que puede provocar la caída de las hojas. Además, sugiere adquirir la flor de Pascua cuanto antes para darle tiempo a aclimatarse y lucir espléndida durante las fiestas. "El agua en exceso puede hacer tanto daño como no regarla", alerta.

Por último, el horticultor recuerda que cuidar una flor de Pascua requiere paciencia y constancia. Siguiendo estas recomendaciones, cualquier persona puede disfrutar de su vibrante color y belleza durante todo el año, demostrando que esta planta no es solo un adorno temporal, sino una compañera duradera que llena de vida y color nuestros hogares. En este caso, la dedicación marca la diferencia.

Fotos | Pexels/Damir - Freepik/chandlervid85

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