O los amas o los odias: los suelos hidráulicos han vuelto con toda su fuerza y sentido para dotar de personalidad los uniformizados espacios de los hogares actuales, y la cocina es una de las afortunadas salas en las que encajan perfectamente.
De hecho, si hay predisposición estética hacia este tipo de baldosas por parte de los inquilinos, la industria tiene preparado un arsenal de motivos y cenefas para embellecer hasta la cocina más anodina.
El efecto inmediato de los azulejos hidráulicos es un soplo de vida, ya que sus mosaicos suelen ser vegetales y geométricos, emulando la elegancia de los mosaicos en aquellos luminosos espacios de las primeras villas romanas.
Sin embargo, según explican los fabricantes expertos, su origen se encuentra en el siglo XIX en el sur de Europa. En aquella época solo utilizaba este tipo de suelo la alta sociedad, ya que no era un material al que todo el mundo tuviera acceso.
En España, fue el reconocido arquitecto Antoni Gaudí quien popularizó este estilo, ya que utilizó las baldosas hidráulicas en muchas de sus obras, emblemáticas entonces y ahora.
En defintiva, esta solución aporta color, modernidad y personalidad a cualquier espacio gracias a unos diseños sin límites e hijos de la fantasía, con formatos (casi) para todos los gustos.
Ventajas funcionales
Aparte, en el terreno práctico, una de las ventajas de este tipo de suelos vintage, que llegaron a ocupar gran parte de las viviendas por su funcionalidad en suelos y paredes, es precisamente que son muy resistentes, impermeables y super fáciles de limpiar, unas ventajas apreciadas sobre todo en espacios tan de batalla como la cocina.
Además de su durabilidad, destaca la sencillez de su mantenimiento, ya que simplemente requieren fregados con jabón neutro y agua, y disolventes para las manchas más difíciles.
Aparte, estas soluciones de pavimento pueden instalarse al completo, ocupando todo el suelo de la cocina, o bien hacerlo en modo alfombra: solamente una franja, por ejemplo la zona en la que se cocina o se friega, aportando simplemente un toque vintage, pero sin saturar.
Esto permite delimitar espacios concretos sin necesidad de instalar tabiques o separadores, imponiendo una especie de gramática propia en cocinas especialmente grandes y con diversos ambientes (por ejemplo la zona de comer, la de elaboración y la de barra).
Entre las opciones más atrevidas para embellecer cualquier cocina se encuentran numerosos diseños frescos y tan vintage como modernos en pleno siglo XXI, todos ellos fáciles de instalar.
Como un rey
El suelo porcelánico Grace de Leroy Merlin es una bellísima propuesta para darle un twist a la cocina y dejarla al nivel de la realeza de evocación renacentista. Con una trama multicolor, su acabado es mate y cuenta con muy buenas opiniones entre los usuarios.
Hecha en porcelana, es una reinterpretación de la tradicional baldosa hidráulica con dibujo modular continuo, facilitando la configuración de superficies sin fin con un gran valor añadido para el interiorismo actual.
A casi 22 euros el metro cuadrado, está pensada para instalarse de manera exclusiva o en combinación con otros acabados, como maderas, piedras suaves o cementos neutros, y puede utilizarse también como recurso decorativo para la delimitación de zonas concretas.
Hipnótica
El pavimento hidráulico Derby, de Bauhaus, es un gres porcelánico con una cenefa hipnótica, perfecta para dar uniformidad a cualquier cocina y hacer que se posen en ella todas las miradas.
A 25,55 el metro cuadrado, está fabricada con pasta blanca y posee unas grandes prestaciones técnicas, entre ellas la resistencia al desgaste, al rayado y a las manchas, y el hecho de ser un pavimento adecuado en zonas con tránsito.
En vinílico
Sin ser de porcelana, Carrefour tiene una alfombra vinílica de color marrón que emula las baldosas hidráulicas y que se instala muy fácilmente. Impresa con tintas resistentes en materiales de alta calidad, esta alfombra es mucho más resistente y económico que la tela.
Estas alfombras de material vinílico son perfectas tanto para cocinas y habitaciones infantiles por sus propiedades antibacterianas e hipoalergénicas; como para otras zonas susceptibles de tener un alto desgaste, zonas de paso de gente o casas con mascotas, gracias a su gran resistencia y durabilidad.
Sencillamente bonita
Otra de las soluciones para lavarle la cara con éxito a la cocina es la serie Savannah, de Leroy Merlin. En porcelana y color negro con acabado mate y efecto vintage, es ideal para renovar y revestir el suelo y la pared de tus estancias de interior gracias a su diseño sencillo y bonito.
A 25,99 euros el metro cuadrado, esta baldosa es de categoría antideslizante y permite un acabado uniforme y estético. Aparte, presenta una tasa de absorción de agua y cuenta con un buena resistencia a las rayaduras. Es ideal para colocar en habitaciones húmedas ya que no deja pasar la humedad, evitando las filtraciones de agua.
Efecto envejecido
También en Bauhaus, la baldosa Leeds propone un bonito efecto envejecido para cocinas totalmente retro. Su presencia dota a la cocina de una gran armonía y distinción en acabado mate.
A 21,95 euros, esta baldosa está fabricada en gres porcelánico con pasta blanca. Tiene muy buenas prestaciones técnicas por su resistencia a manchas, rayas y desgaste.
Vinilo Decorativo Baldosa Hidraulica 62x250cm para Cocina Pared Muebles Papel Autoadhesivo Impermeable Cenefa Mosaico Imitacion Azulejos Vintage (250x62 cm, Baldosa Hidráulica blanca)
Las opciones en el mercado son actualmente muy numerosas, dada la popularidad de este tramado, así que no hay más que buscar para encontrar una solución que encaje con el estilo de la cocia.
Fotos | Leroy Merlin, Bauhaus, Carrefour.
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