Ponerse a dieta supone renunciar a comer muchos de nuestros alimentos y elaboraciones favoritas y esto puede que te haga desearlos más que cuando los podías comer. Si te sientes identificado con esta premisa y las tartas son aquello que echas en falta, seguro que alguna vez te has preguntado: ¿existen las tartas ligeras?
Te diré que la respuesta es positiva, que existen las tartas ligeras y que, a continuación, vamos a hacer un repaso de cinco recetas de tartas para mantenerte a dieta. No obstante, aligerar una tarta es sencillo si sustituyes la nata o el queso por sus versiones light y prescindes de la base de masa quebrada u hojaldre o si usas masa brick en su lugar. Con estos dos trucos ya avanzas en la materia.
Cinco recetas de tartas ligeras para mantenerte a dieta
Por lo general, es escuchar la palabra tarta y asociarla a elaboraciones dulces. Pero existen muchas tartas saladas que entran en esta categoría y un gran ejemplo de ello son las quiche. En este recopilatorio, hemos querido incluir ambos tipos, por lo que traemos dos tartas saladas y tres tartas dulces. Vamos con ellas.
Tarta fina de cebolleta caramelizada y queso de cabra
Esta es una tarta de base fina y crujiente, muy sencilla y rápida de elaborar. Aunque es bastante ligera, se puede aligerar incluso más. La clave está en usar menos hojas de masa brick, reducir la cantidad de pistachos y caramelizar la cebolleta a fuego tan suave que suelte su propio azúcar y no necesite de añadidos.
- Ingredientes para un molde de tarta de 23 cm de diámetro: 8 hojas de masa brick, 3 cebolletas, 1 rulo de queso de cabra grande de 4 centímetros de grosor, 25 g de pistachos crudos, 1 yema de huevo, 1 cucharada de azúcar, sal, pimienta, un chorrito de aceite de oliva y tomillo en rama.
- Elaboración: Pre-calentamos el horno a 180ºC. Picamos las cebolletas en aros y las sofreímos en una sartén con un chorrito de aceite, hasta que empiecen a dorarse. Salpimentamos y espolvoreamos con el azúcar. Dejamos caramelizar durante cinco minutos y retiramos del fuego. A continuación extendemos en la base del molde las láminas de pasta brick separándolas unas de otras para formar un pequeño volante. Extendemos la cebolleta por toda la superficie, después el queso de cabra cortado en rodajas, los pistachos y por último un chorrito de aceite de oliva. Pintamos los bordes que sobresalen de masa con la yema de huevo batida. Horneamos 20 minutos o hasta que la masa brick esté dorada. Decoramos con tomillo en rama o nuestra hierba aromática fresca preferida antes de servir.
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Quiche de quesitos sin base
Como mencionado anteriormente, las quiche son un tipo de tarta salada tremendamente popular y deliciosa. Esta, la de quesitos sin base, es especialmente fácil de hacer y menos empachosa que las que llevan un fondo de masa quebrada u hojaldre. Usando la versión light de los quesitos y leche ideal en vez de nata líquida se consigue un bocado más ligero todavía, muy apto para mantener la dieta.
- Ingredientes: 300 ml de nata líquida, 200 ml de leche, 16 quesitos en porciones, 5 huevos, 100 g de harina, 60 g de jamón serrano en taquitos, nuez moscada, sal y pimienta.
- Elaboración: Pre-calentamos el horno a 180ºC. Ponemos en un cazo la nata, la leche y los quesitos. Calentamos a fuego suave, removiendo de vez en cuando, hasta obtener una mezcla homogénea. Retiramos del fuego y atemperamos. En un bol batimos los huevos con la harina hasta que no tengamos grumos. Le agregamos la mezcla anterior, poco a poco, mezclando bien y condimentando generosamente con nuez moscada, sal y pimienta. Vertemos en un molde de tarta engrasado y repartimos por encima los taquitos de jamón. Horneamos durante unos 30 minutos.
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Tartaletas ligeras de cerezas y queso
Estas tartaletas ligeras de cerezas y queso crema son un postre sencillo que permite darse un capricho libre de remordimientos y sin pecar demasiado Su base no tiene tanta grasa ni azúcar como las clásicas quebrada u hojaldrada. Por ello conviene consumirlas nada más rellenar, pues reblandece con el tiempo. Fuera de temporada, la cereza puede ser sustituida por otro fruto rojo.
- Ingredientes para dos o tres unidades: 100 g de harina de repostería, 50 g de harina de espelta, 2 cucharadas de azúcar, 1/2 cucharadita de azúcar vainillado, 1 pizca de sal, 1/2 cucharadita de levadura química (impulsor), 80 ml de queso crema, 25 g de mantequilla sin sal a temperatura ambiente, 2-3 cucharadas de leche fría, 200 g de queso fresco batido, quark o requesón, 1-2 cucharadas de miel, un buen puñado de cerezas y azúcar al gusto.
- Elaboración de la base: Mezclar en un cuenco la harina de repostería con la harina de espelta, el azúcar, el azúcar vainillado, la sal y la levadura química. En otro recipiente, colocar el queso crema, la mantequilla blanda y dos cucharadas de leche. Batir con unas varillas y añadir a los ingredientes secos. Trabajar todo junto hasta tener una masa homogénea. Si estuviera muy seco, añadir un poco más de leche. Hay que conseguir una masa lisa, ligeramente húmeda pero suave y blanda. Formar un disco, envolver en plástico film y dejar en la nevera media hora. Pre-calentar el horno a 175ºC y engrasar un molde de tartaleta mediana o un par individuales. Estirar la masa con un rodillo y forrar los moldes. Apretar bien con las manos para que no queden demasiado gruesos. Cubrir con un trozo de papel de cocina, llenar con pesos de hornear, arroz o legumbres secas, y hornear durante unos 20 minutos.
- Elaboración del relleno y terminación: Batir el queso fresco batido o queso quark con miel al gusto hasta dejarlo cremoso. Rellenar las tartaletas cuando estén frías y coronar con cerezas troceadas. Espolvorear con azúcar y servir.
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Tarta de manzana en quince minutos
Esta receta de tarta de manzana en quince minutos es una de las que hay que guardar como oro en paño. No sólo es fácil y rápida de elaborar, sino que también es ligera pues no lleva base alguna. Con esta receta, a partir de ahora, hasta los más negados para la repostería podrán disfrutar de una deliciosa tarta casera.
- Ingredientes: 2 o 3 manzanas, 3 huevos L, 50 g de mantequilla, 250 ml de leche semidesnatada, 5 cucharadas soperas rasas de fécula de maíz, 150 g de azúcar, 1 sobre de levadura química, caramelo líquido para bañar el molde y 3 cucharadas de mermelada de albaricoque o manzana para barnizar la tarta.
- Elaboración: Pincelamos la base y laterales del molde con un poco de caramelo líquido. Pelamos las manzanas y las cortamos en lonchas finas. Derretimos la mantequilla en el microondas, durante unos segundos a media potencia, y templamos la mermelada otros segundos. Reservamos mientras que batimos la masa. En un vaso alto, echamos la fécula de maíz, los huevos, la leche, el azúcar, el sobre de levadura y la mantequilla derretida. Batimos hasta homogeneizar. Vertemos en el molde y colocamos las manzanas por encima. Introducimos en el microondas y cocemos a 800 watios durante cinco minutos. Dejamos reposar cinco minutos dentro del microondas, antes de cocer otros cuatro minutos a 800 watios. Pinchamos con un palillo, si este sale limpio retiramos el molde del microondas. Si el palillo sale húmedo, cocemos un minuto o dos más (depende del microondas). Pincelamos con la mermelada y gratinamos un minuto para dorar la superficie. Enfriamos antes de servir.
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Tarta fina de mango
En la última tarta del recopilatorio el protagonista es el mango, una fruta muy sabrosa, refrescante y exótica. La tarta fina de mango es un postre fresco, perfecto para poner punto y final a una comida copiosa. Podemos disfrutarla templada o fresca de la nevera, pero eso sí, el día que se ha preparado, antes de que la pasta brick pierda su crujiente.
- Ingredientes para seis personas: 6 hojas de pasta brick, 2 mangos medianos, 30 g de mantequilla fundida, 2 cucharaditas de azúcar glas y 1 cucharada de sirope de arce o miel de caña. Para la crema de almendra: 60 g de mantequilla a temperatura ambiente, 60 g de azúcar, 60 g de almendra en polvo, 20 g de almendra tostada granillo, 1 cucharada sopera de maicena y 1 huevo M.
- Elaboración: Pre-calentamos el horno a 200ºC. Pelamos el mango y lo cortamos en finas rodajas. Reservamos. Para hacer la base, ponemos en una bandeja de horno una lámina de pasta brick, la pintamos con mantequilla derretida y la espolvoreamos con azúcar glas. Repetimos esta operación con el resto de las láminas. Para hacer la crema, batimos con unas varillas la mantequilla a temperatura ambiente con el azúcar. Le incorporamos la almendra en polvo, la Maicena, el huevo y el granillo de almendra, reservando un poco para espolvorear a la hora de servir. Esparcimos sobre la masa brick, hasta un centímetro del borde, y colocamos el mango en forma de flor. Horneamos durante unos 25 minutos, la retiramos y pincelamos con el sirope de arce, espolvoreando el granillo de almendra.
Enlace | Tarta fina de mango
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