El Carnaval es una fiesta que se vive con mucha devoción y grandes celebraciones en zonas como Canarias y Cádiz. No obstante, en el terreno gastronómico, el Carnaval se deja saborear con mucha fuerza en otros sitios donde las tradiciones se respetan, desde tiempos inmemoriales, año tras año. Galicia, que se vuelve especialmente deliciosa en Carnaval, es uno de ellos.
Durante el Carnaval las costumbres se relajan, los roles se invierten y uno puede bofarse de todo o casi todo. El carnaval gallego es tan importante que ocho de ellos han sido declarados "Fiesta de Interés Turístico". Y en más de 175 municipios el lunes, martes o miércoles de Carnaval es festivo. Todo el mundo es bienvenido a sumarse a la fiesta, eso si, mejor disfrazado.
Galicia de carnaval es deliciosa
Desde el punto de vista gastronómico, Galicia de carnaval es deliciosa. Existe una ley no escrita que lleva a los gallegos a acompañar el Carnaval de una buena mesa. Una cocina de suculentos platos, perfecta para reparar esas fuerzas que se desvanecen con tanta celebración, en la que el protagonista es el cerdo, acompañado de patatas, grelos y garbanzos.
El capítulo de dulces está repleto de deliciosas creaciones entre las que encontramos filloas, oejas u orellas, bica, chulas y más recetas. La variedad es grande y en ellas nos vamos a centrar, así que acomodaos en vuestros asientos porque ya mismo os vamos a llevar de paseo por las ocho recetas dulces de Carnaval más deliciosas de Galicia.
1. Orejas u orellas
Una de las recetas dulces más famosas son las orejas u orellas, porciones de masa crujiente y frita recubiertas de una fina capa de azúcar glas cuya forma se asemeja a la de las orejas del cerdo, de donde les viene el nombre. Se pueden elaborar siguiendo la receta tradicional o ayudaros del Thermomix, aunque son tan sencillas de hacer que esto último no es necesario.
2.Filloas de leche
Las filloas, freixó, afilloa, filloga o fisuelo (varía el nombre dependiendo de la región), son uno de los productos más famosos de la gastronomía gallega y son típicas de la época de la matanza y el carnaval, tal es así que las auténticas incorporan sangre de cerdo en su preparación y se denominan filloas de sangre, peculiares y no del gusto de todos.
Las filloas de leche, sin embargo, son las más populares. Se suelen preparar en sartenes de hierro o filloeiras que permiten hacer varias a la vez que se pueden sustituir por sartenes antiadherente de unos veinticuatro centímetros, en caso de querer ajustaros a la autenticidad del producto y la receta. Podéis rematar la faena usando tocino blanco sin salar para engrasar la sartén.
3. Chulas de calabaza o calacú
Además de en carnaval, las chulas de calabaza también se preparan en Samhain, es decir, en el Día de todos los Santos. Recuerdan a los buñuelos, pues su masa es ligeramente espesa y se fríen en abundante aceite caliente. Están deliciosas en caliente, recién hechas y espolvoreadas de azúcar glas, aunque a temperatura ambiente no les haríamos feo alguno.
4. Cañas fritas rellenas de crema
Las cañas fritas rellenas de crema consisten en unas tiras o cintas de masa que se enrollan en un canutillo metálico (antiguamente una caña de río) y se fríen en abundante aceite. El resultado es un delicioso canutillo de masa crujiente y dorada que se rellena justo antes de servir, o un ratito antes como mucho, para que se mantengan crujientes y no se ablanden con la humedad de la crema.
5. Flores fritas
Aunque también se consume en Semana Santa, el carnaval es la época de mayor lucimiento de las flores fritas. Un precioso dulce algo laborioso de elaborar, pero merecedor de toda la paciencia con la que contéis. Las flores fritas se comen tal cual sin más acompañamiento que un café o infusión si nos apetece con el postre, pero nada más. Lo ideal es hacerlas el mismo día que las vayamos a consumir, para que no pierdan su crujiente textura y las podamos disfrutar al 100%.
6. Bica blanca de Laza
Laza es uno de los pueblos de la provincia de Orense donde el carnaval se vive con más fuerza. El Domingo de Carnaval, a la salida de misa, se procede al tradicional reparto de bica desde un carro antiguo, especialmente engalanado para la ocasión, que recorre el pueblo. La bica blanca de Laza es un bizcocho sabroso y delicado con una esponjosidad increíble que hay que probar si o si.
7. Rosquillas fritas
Estas rosquillas tradicionales son una alegría para el cuerpo. Perfectas para acompañar un buen chupito de licor de café, ideales para acabar una comida y empezar una sobremesa. Se toman durante todo el año, pero especialmente desde carnavales hasta pasada la Cuaresma están mucho más presentes en la gastronomía gallega. De masa blanda, es aconsejable dejarla reposar y endurecer un poco en frío para poder formar las rosquillas sin problema.
8. Bolla larpeira
Despedimos la Galicia de carnaval más deliciosa con la bolla larpeira que, igual que ocurre con otros de los dulces ya mencionados, se come y disfruta en otras épocas del año, aunque sea tradicional del carnaval. Es un dulce laborioso, pero sencillo de preparar, así que no dudéis en lanzaros a prepararlo en cuanto podáis. Os sorprenderá.
Imagen de portada | Wikimedia Commons
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