Casi nadie lo sabe, pero para esto vale el 'agujero' del fondo de la botella de vino (y no es para servir)

Aunque cumplía con una funcionalidad, la razón de ser del 'culot' dista mucho de lo que solemos pensar

Si alguna vez has sostenido una botella de vino, es probable que te hayas preguntado qué diantres hace ese agujero en la parte inferior. ¿Será un secreto de los enólogos? ¿Un truco para engañar a los consumidores? ¿Una reliquia de tiempos antiguos que simplemente se ha mantenido?

Las teorías abundan, y como buen amante del vino, seguramente has escuchado algunas de las más descabelladas. Desde historias sobre cómo el agujero mejora la calidad del vino hasta teorías de conspiración que involucran a sociedades secretas de sommeliers, la verdad es que este pequeño detalle en el diseño de la botella despierta mucha curiosidad.

Imagínate en una cena elegante, copa en mano, discutiendo con tus amigos sobre la función del famoso culot (sí, así se llama oficialmente). ¿Es para facilitar el vertido del vino? ¿O quizá para permitir que el vino "respire" de una manera muy sofisticada?

En realidad, la mayoría de las explicaciones que escuchamos son tan misteriosas y fascinantes como el propio proceso de hacer vino. Vamos a desentrañar este enigma y descubrir la verdadera razón detrás del agujero en las botellas de vino.

El mito detrás del agujero de las botellas de vino

Uno de los mitos más comunes es que el agujero en la base de la botella, conocido como culot o punt, se utiliza para servir el vino con mayor facilidad. La idea es que al poner el dedo en el agujero, se obtiene un mejor agarre y control al verter. Si bien esto puede funcionar en teoría, especialmente si estás tratando de impresionar a tus amigos con un vertido elegante, esta no es la razón principal por la que existe el agujero. En realidad, la mayoría de nosotros preferimos simplemente sujetar la botella por el cuello o el cuerpo, sin complicaciones innecesarias.

Otro mito popular es que el culot sirve para recoger los sedimentos del vino, especialmente en los vinos más añejos que pueden contener posos. La teoría dice que el agujero permite que los sedimentos se acumulen en un área más pequeña y sean menos propensos a mezclarse con el vino cuando se sirve. Sin embargo, esta idea también se queda corta. Aunque puede parecer una explicación plausible, el diseño del culot no es lo suficientemente efectivo para prevenir la decantación de sedimentos en el vino. Para eso, existen otros métodos y herramientas, como los decantadores y los filtros, que cumplen mucho mejor con esta función.

El misterio de las botellas de espumosos

Las botellas de champagne, cava y otros vinos espumosos tienen un culot mucho más pronunciado, y esta característica tiene una razón de ser bastante práctica. Los vinos espumosos están bajo una presión considerable debido al dióxido de carbono disuelto en el líquido. Esta presión puede ser de tres a seis veces la presión atmosférica, lo que hace que las botellas necesiten ser más resistentes para evitar explosiones accidentales. El culot más profundo proporciona una mayor integridad estructural a la botella, distribuyendo la presión de manera uniforme y reduciendo el riesgo de rotura.

Además de la cuestión de la presión, el diseño del culot también tiene otra ventaja para los espumosos. Cuando estos vinos se someten al proceso de remuage (giro de las botellas para desplazar los sedimentos hacia el cuello), el culot profundo permite un apoyo más estable y facilita la manipulación de las botellas durante este proceso. Así que, aunque en los vinos tranquilos el culot pueda parecer más un detalle de diseño, en los espumosos tiene una función crucial para garantizar la seguridad y la calidad del producto.

Una forma nacida del soplado a mano

La forma de las botellas de vino tal como las conocemos hoy en día tiene sus raíces en las técnicas de fabricación artesanal de siglos pasados. Antes de la revolución industrial, las botellas de vidrio se hacían a mano mediante un proceso de soplado. Los sopladores de vidrio creaban botellas con una base redondeada para facilitar su fabricación y enfriamiento. Este proceso resultaba en una base cóncava, el famoso culot, que no solo ayudaba a que las botellas se mantuvieran de pie de manera más estable, sino que también reforzaba la estructura del vidrio, haciéndolo menos propenso a romperse.

Con el tiempo, esta forma se estandarizó y se convirtió en una característica distintiva de las botellas de vino, aunque ya no se sople a mano en la mayoría de los casos. Las técnicas modernas de fabricación de vidrio permiten una variedad de diseños, pero la tradición y la funcionalidad han mantenido el culot como una característica constante. Así, cada vez que sostienes una botella de vino, estás sosteniendo un pedazo de historia, una conexión tangible con las habilidades artesanales de generaciones pasadas.

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En resumen, el agujero en la parte inferior de las botellas de vino no es un simple capricho de diseño ni un truco para servir el vino con más elegancia. Tiene sus raíces en la fabricación artesanal y, en el caso de los espumosos, una función estructural crucial. Así que la próxima vez que levantes una copa, puedes impresionar a tus amigos no solo con un buen vino, sino también con un poco de historia fascinante sobre su botella.

Imágenes | Freepik

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