La Mancha es una de esas zonas de España donde el vino pasa a ser parte inseparable de la cultura de una región, pero también es verdad que sus vinos, masivamente consumidos, no han tenido el prestigio que los vinos de otras zonas de España han podido disfrutar.
Alejandro Fernández, o lo que es lo mismo, Pesquera proyectó la idea de elaborar un gran vino con uva tempranillo en este área vitivinícola, y lo cierto es que está cerca de conseguirlo.
Pero uno cuando bebe un vino del Grupo Pesuqera inconscientemente espera más o menos las mismas propiedades que el propio Pesquera o el Condado de Haza, o si no las mismas características, espera que el nivel esté a la altura de las circunstancias. El Vinculo Crianza 2002 tiene un color cereza precioso y un cuerpo muy aceptable. Su entrada en boca es alentadora y tanto su olor como su sabor nos presentan un vino complejo, con pretensiones, que combina con guisos y carnes rojas perfectamente.
Pero en mi opinión presenta un defecto lamentable que debe ser rápidamente corregido: carece de la finura aterciopelada de otros vinos del grupo y presenta unas sensaciones táctiles en el paladar muy desgardables. En una palabra que todos podemos fácilmente reconocer, es áspero, poco elegante.
Aún así, seguiremos con detalle las próximas producciones de un Grupo que produce un vino en Castilla León que es bandera de su región y que esperamos ponga los vinos de La Mancha en el mapa de vinos de prestigio de este país.
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