Ya te has propuesto hacer una escapada a la comarca de Ribera del Duero. Ahora compartamos algunas ideas para vivir ese tiempo de relax. Una de las actividades más interesantes para realizar en al tierra del buen vino, es hacer un curso de iniciación a la cata de vinos, para saber apreciar sus vinos.
No perdamos oportunidad para apuntarnos a las citas que programan las bodegas de la zona, momento en que tomaremos contacto con verdaderos especialistas del vino.
Para realizar un curso de iniciación a la cata de vinos debemos ir predispuestos a la experimentación con todos los sentidos bien atentos. Una vez que lo pruebes, verás que en una cata interviene la vista para apreciar la tonalidad del vino en la botella y en la copa. El olfato te traerá las primeras impresiones. El gusto grabará los sabores y evocaciones que despierte el vino en nuestra boca y allí mismo podremos “tocarlo” para notar sus cualidades. ¿Y el oído? También estará presente cuando la cata se inicie al descorchar una botella y cuando el Ribera comience a caer en nuestra copa.
Cómo elegir un buen curso de iniciación a la cata
Para participar de un curso de iniciación a la cata de vino tendremos que encarar la difícil tarea de elegir entre una amplia oferta ya que es una de las actividades más ofrecidas por las bodegas de la D.O.Ribera del Duero.
Las tierras que se agrupan bajo la Denominación de Origen se sitúan en la meseta norte y en la confluencia de cuatro provincias integradas en la Comunidad Autónoma de Castilla y León: Burgos, Segovia, Soria y Valladolid. En esta amplia comarca encontraremos unas 260 bodegas, desde las antiguas bodegas subterráneas de la Edad Media hasta las más modernas.
Podemos elegir la bodega siguiendo varios criterios. Uno de ellos es nuestro gusto particular. Si tenemos nuestra marca de vino Ribera del Duero preferida, y queremos saber más sobre ella, sólo nos queda tomar contacto con la bodega productora y apuntarnos a la cita.
En otros casos, podemos elegir por proximidad. Desde hermosas ciudades como Valladolid o Segovia a pequeños pueblos, encontraremos siempre una bodega cercana al destino que vayamos a utilizar como base para nuestro recorrido por la comarca de Ribera del Duero.
También podemos elegir sumar atractivos y a la cata de vino agregar la visita a una bodega ejemplar, tanto por su historia, como por su emplazamiento, su arquitectura o su método de cultivo. Todas tienen algo especial y seguramente encontraremos esa bodega que resume nuestro gusto personal por la cultura del vino.
En qué consiste un curso de cata
Como decíamos, en un curso de iniciación nos enseñarán a percibir el vino a través de varios sentidos. El curso tendrá una parte teórica en la que conoceremos la historia de la bodega, las variedades y vinos que produce. La visita a la bodega nos abrirá los ojos y predispondrá nuestro ánimo a saborear el producto de todo ese laborioso proceso.
Ya en la sala de catas el enólogo nos guiará a través de los colores y nos enseñará a reconocer los taninos y matices de los rojos de las uvas hechas vino en lo que se llama la fase visual. Granates, rubí, añiles o teja serán algunos de los conceptos que aprenderemos a diferenciar con la práctica.
¿Se trata de un vino joven o de un reserva? El olfato nos ayudará a identificarlo, para lo cual también tendremos que aprender las sutilezas de los matices. Es allí donde nuestra memoria olfativa nos echará una mano para reconocer frutas y maderas, minerales o flores. Estamos metidos de lleno en la fase olfativa de la cata.
Por supuesto, llegará el momento de probar las variedades que estamos catando. Nuestras papilas gustativas se darán un festín al estimularlas con los sabores y texturas de los vinos. Sabremos entonces a qué se refieren los conocedores cuando hablan de un vino “con cuerpo”, “astringente” o “equilibrado” cuando las propiedades del vino se nos muestren en boca.
Curso de cata. ¿Dónde hay que apuntarse?
Los cursos de cata, las catas comentadas, las catas con maridaje son actividades disponibles en las bodegas de la Ruta del Vino Ribera del Duero que nos harán vivir la cultura del vino desde dentro. Es aconsejable consultar con anterioridad y reservar plaza ya que los grupos son siempre necesariamente limitados para que el curso de cata sea una experiencia personal y enriquecedora. Para ello tomaremos contacto con la bodega que elijamos y reservaremos con tiempo suficiente.
La oferta de cursos de cata es extensa y variada. La Bodega Histórica Don Carlos en Aranda del Duero, tiene un amplio programa de cursos a lo largo del año que combinan la cata con degustación de ibéricos o maridaje con platos típicos, desde 25 euros por persona.
Si decides tomarte unos días con amigos, las Bodegas Comenge, en Curiel del Duero, proponen descuentos para pequeños grupos y la novedad de realizar una cata vertical, a pie de barrica.
Algunos hoteles de la zona también incluyen cursos de iniciación a la cata, como la Posada de la Ventosilla sitio real y magnífica bodega cercana a Burgos.
Las opciones son muchas, sólo nos queda elegir la que mejor se adapte a nuestro tiempo y estilo.
Fotos | Camilo Rueda López, Francisco J.Gonzalez