He querido destinar estas líneas a hablar sobre la merienda, y ¿sabéis por qué? tengo muchas razones para que me guste este momento del día, aunque sólo os voy a contar las más importantes.
Me gustaría pensar que todos tenemos tiempo para merendar y, sobre todo, que prestamos la atención necesaria a esta comida tan necesaria. Nuestro cuerpo necesita reponer nutrientes a media tarde, cuando ya hemos hecho la digestión de la comida y aún falta para que llegue la hora de la cena. Entre las comidas principales pasan muchas horas, y esta es la razón de que la merienda sea tan necesaria. Todos hemos leído alguna vez las recomendaciones de los expertos en nutrición, pero también debemos escuchar a nuestro cuerpo y proporcionarle algún alimento saludable con el que reponer fuerzas y afrontar con éxito el último tramo del día.
¿Recordáis las meriendas en casa de vuestras abuelas?, la escena de un grupo de personas reunidas en torno a una mesa degustando delicias preparadas con mucho esmero todavía se repite en algunas casas hoy en día. Es necesario retomar la calma y apreciar los momentos importantes, y esta es mi segunda razón para que me guste ese momento del día.
La clave está en entender que se trata de tomar aquello que mejor nos sienta. Mi merienda preferida es un clásico: el café con leche, aunque en ocasiones también me apetece una buena macedonia de frutas o un puñado de frutos secos. Descubrir la leche sin lactosa me ha permitido recuperar la tradición de sentarme a las cinco de la tarde delante de una taza humeante y junto a la mejor compañía. Y esto es porque me sienta muy bien y me permite continuar con mis actividades el resto de la tarde, sin que me fallen las energías.
Creo que estos momentos son esenciales para que podamos afrontar con éxito lo que queda del día, porque después de un pequeño descanso y de disponer de unos momentos para compartir relajadamente con nuestra familia o amigos, aún nos quedan unas horas de incansable actividad, hasta que – por fin – podamos meternos en la cama y sumergirnos en un sueño reparador.
La merienda es un placer muy necesario, esta es la idea principal que os quería transmitir.
Imagen | morrissey
Macarena González es una mamá a la que le gusta meterse en la cocina para elaborar platos clásicos, y también para experimentar con nuevas texturas y sabores. Está convencida de que la comida es fuente de salud, por eso cada día dedica tiempo a escoger los mejores ingredientes con los que preparar alimentos para su familia. Es editora en Peques y Más.