Es muy resistente, adaptándose a todo tipo de climas de interior, así que es una gran aliada para mejorar la percepción de tu salón o cocina
En la búsqueda constante por crear ambientes más saludables y agradables en nuestros hogares, a menudo recurrimos a ambientadores artificiales que, aunque efectivos, pueden contener compuestos químicos no deseados.
Sin embargo, la naturaleza nos ofrece alternativas más saludables y sostenibles. Una de ellas es la pomarrosa (Syzygium jambos), una planta originaria del sudeste asiático que no solo embellece los espacios interiores, sino que también libera un aroma suave y natural, mejorando la calidad del aire en el hogar.
La pomarrosa es una planta de porte pequeño que puede alcanzar hasta 2,5 metros de altura. Destaca por sus flores blancas y frutos rosados, conocidos como jambos, que emiten una fragancia delicada y refrescante.
Además de su atractivo estético y olfativo, esta planta es resistente tanto al frío como al calor intenso, lo que la convierte en una opción versátil para diferentes climas y entornos domésticos.
Más allá de su capacidad para perfumar el ambiente, la pomarrosa contribuye a mejorar la calidad del aire interior. Estudios diversos han demostrado que la presencia de plantas en espacios cerrados ayuda a reducir compuestos tóxicos presentes en el ambiente, como benceno y formaldehído.
Además, las presencia de plantas en interiores puede disminuir el estrés, aumentar la productividad y mejorar la calidad del sueño. Por ello, cultivar la pomarrosa en casa es una tarea sencilla que no requiere de conocimientos avanzados en jardinería en ningún caso.
Cuidado con la humedad excesiva
Para comenzar, es recomendable elegir un recipiente de tamaño mediano con buen drenaje para evitar el encharcamiento de las raíces. Una mezcla de tierra fértil y abono orgánico proporcionará los nutrientes necesarios para su desarrollo. Al plantar la semilla se debe cavar un hoyo que tenga el doble del tamaño de la semilla o acomodar la planta con cuidado.
Durante las primeras etapas, es importante mantener el suelo ligeramente húmedo, reduciendo la frecuencia de riego a medida que la planta madura. Podas regulares ayudarán a mantener su forma y a mejorar la circulación de aire entre las ramas.Foto | Pixabay y Thomas Desprairies
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