Aunque es el himenóptero más grande de Europa, es una especie inofensiva
Parece temible, pero no lo es. Eso no significa que el miedo casi patológico que muchas personas sienten al ver insectos voladores, especialmente cuando pueden parecer agresivos, acabe saldando la batalla con un zapatillazo o corriendo, poniendo tierra de por medio, para evitar una picadura.
Sin embargo, no todas las avispas son agresivas. Sambenito que algunos ejemplares deben portar, casi como un estigma, y que provoca que acaben simplemente defendiéndose, aumentando así su peligrosa fama.
Eso no quita que existan especies que sí son agresivas y, además de violentas, también se consideran especies invasoras, como sucede en España con la bautizada como avispa asiática (Vespa velutina), que desde hace unos años aparece con cierta frecuencia por nuestro país, propiciado por los cambios de temperatura.
Lo cierto es que la avispa asiática, además de conflictiva para el ser humano, también es un matón de colegio y amedrenta a las abejas melíferas, las cuales son una de sus víctimas preferidas. Tanto es así que la presencia de la avispa asiática, fácilmente distinguible del avispón (Vespa crabro) supone la muerte de numerosas colmenas de abejas.
Lo malo, como hemos topado con la entomología, es que no siempre distinguimos bien entre las especies y muchas veces, cuando vemos una avispa de gran tamaño, pensamos que se trata de la temida avispa velutina, lo cual no es siempre cierto.
Pagando justos por pecadores se podría decir, que es lo que le pasa a la protagonista de estas páginas y que no es otra que la avispa puñal o avispa parásita de cuatro puntos, también llamada a veces avispa mamut, y cuyo nombre científico es Megascolia maculata.
De gran tamaño, pues puede superar los cuatro centímetros, la avispa mamut es una especie no invasora, que encontramos en el centro y sur de Europa, así como en algunos países de Oriente Medio.
De hecho, la avispa mamut ya nos indica fácilmente el motivo del nombre, ya que se trata del himenóptero más grande de Europa pero, como decimos, es pacífico y solo utilizará su aguijón en caso de defensa si se ve amenazado.
Tanto es así que la avispa mamut es un insecto que se alimenta exclusivamente de polen, salvo en estado larvario, que sí se alimenta de larvas de otros insectos. El problema está en que su color oscuro la hace fácilmente confundible con la avispa velutina.
Sin embargo, se diferencia fácilmente porque la avispa mamut tiene un color negro muy uniforme, salpicado por cuatro manchas amarillas en el abdomen, y por sus alas oscuras, mientras que la avispa asiática tiene las alas de color ambarino, mientras que su abdomen, que es oscuro, tiene varias franjas de color amarillo o naranja.
Por este motivo, si veis una avispa mamut conviene no matarla, pues además de pacífica es una especie polinizadora, y dejar que viva y siga haciendo sus quehaceres entre flores.
Imágenes | iStock
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