Aunque estas bonitas plantas pasan por un periodo de descanso, no siempre viven en las condiciones óptimas y pueden haber paralizado su floración
Cuando una orquídea deja de florecer, muchos aficionados a la jardinería se preocupan y desesperan (lo bonito de esta planta son sus amenazantes flores) y buscan soluciones. Sin embargo, a pesar de su apariencia exótica, estas plantas son bastante resistentes y, con algunos cuidados básicos, es posible estimular su crecimiento y volver a disfrutar de sus llamativas flores.
La orquídea Phalaenopsis es una de las especies más comunes en los hogares, ya que es de las que más se comercializa en jardines y tiendas de decoración, pero suele entrar en un periodo de descanso tras la floración.
Este reposo puede durar meses, especialmente en invierno. Sin embargo, si una orquídea pasa más de un año sin producir flores, es hora de revisar las posibles causas, que pueden ir desde un exceso de agua hasta la falta de luz.
Cortar el tallo
Para ayudar a que la planta florezca de nuevo, es clave realizar una poda específica. En el caso de las orquídeas Phalaenopsis, se recomienda cortar el tallo por encima del segundo o tercer nudo una vez que las flores hayan caído. Esta técnica de poda estimula la planta y favorece la aparición de nuevos brotes, preparando el camino para una nueva floración.
La ubicación también juega un papel crucial en el desarrollo de las orquídeas. Un lugar luminoso pero sin exposición directa al sol es ideal. Durante el invierno, una ventana orientada al sur proporciona la luz necesaria, mientras que en verano es conveniente mantener la planta ligeramente sombreada para evitar que las hojas se quemen.
Estímulo frío
Otro consejo eficaz es someter la planta a un estímulo de frío. Cambiar la orquídea a una habitación más fresca durante unas semanas —a unos 15 o 16 grados centígrados— puede incentivar la formación de botones florales. Este cambio de temperatura imita las condiciones naturales de las orquídeas y suele activar su crecimiento.
Por último, es importante fertilizar la planta correctamente. Usar un fertilizante específico para orquídeas, de baja concentración, durante la fase de crecimiento puede marcar una gran diferencia.
Sin embargo, hay que tener cuidado de no excederse, ya que un exceso de nutrientes puede afectar la salud de la planta y retrasar la aparición de las ansiadas flores. Es importante encontrar el punto de equilibrio en este sentido.
Foto | Pixabay
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