Las margaritas son una de las flores más destacadas de todo el reino vegetal, pues quien no ha decorado alguna vez su balcón con estas florecillas que tanta vida aportan.
Pues bien a este clásico de la jardinería le ha surgido un nuevo competidor que vuela en las jardinerías dadas sus características muy similares y su mayor vivacidad, colorido y dimensiones.
Se trata de la dimorfoteca o también llamada osteospermum, una planta perenne de origen africano que también tiene el sobrenombre de Margarita africana o caléndula del cabo.
Su aspecto se parece mucho al de estas flores, no obstante, se trata de una variedad rústica y muy resistente, de fácil cuidado y abundante floración en las épocas de primavera y verano.
El resultado es una flor abundante y muy vistosa que decora perfectamente el interior y el exterior de los hogares. Esta planta es fácil de cuidar, ya que resiste bien a las heladas, adora los climas cálidos y crece muy rápido, aparte de reproducirse con mucha facilidad.
La dimorfoteca se cultiva tanto en maceta como en el suelo y tiene una gran gama de colores disponibles, siempre llamativos y variados.
Perennes
Gracias a que son plantas perennes sobreviven de un año para otro con un mínimo de cuidados durante la época baja y llenan siempre de flores el lugar donde están plantadas.
Una de las necesidades básicas de las dimorfotecas es la necesidad de sol y de temperatura cálida, de manera que cuanta más luz directa reciban mejor floración ofrecerán.
En cuanto al riego, al ser una planta originaria de entornos secos, no requiere de mucha agua y detesta los excesos, así que no hay que encharcalarlas.
Foto | Joana Costa