Los consejos de quienes más saben permiten saber en qué hay que fijarse a la hora de elegir ejemplar en el supermercado
Como con los melones, elegir una sandía sueles resultar una tarea confusa y bastante aleatoria para quienes no tienen ningún conocimiento de horticultura.
Comprar estas grandes piezas de sandía que, además, pueden resultar bastante caras, es una misión que deberían hacer los expertos de cada casa.
Sin embargo, existen una serie de factores que hay que tener en cuenta a la hora de elegir un ejemplar para tener el máximo acierto posible con este producto en casa.
Los expertos del supermercado Masymas, explican que buena sandía “tiene que tener su cáscara en perfecto estado, que sea un poco opaca, sin golpes, sin manchas y sin magulladuras” como consejo general.
Mejor redonda
Las sandías redondas son las mejores. Hay que evitar elegir las que tengan grietas, deformaciones y zonas feas. “Mejor escoger una con la forma más redonda posible, pues será una evidencia de que la sandía ha recibido luz y agua de forma homogénea”, explican, por lo que su sabor y textura serán perfectos.
En segundo lugar, hay que tener en cuenta un factor que no es visible pero que se aprecia cuando tomamos la sandía en nuestras manos: es mejor que pese. “Igual que ocurre con el melón, la sandía debe pesar de forma proporcional a su tamaño”, destacan.
Incluso, aseguran, debe pesar más de lo que aparenta a simple vista, así que cuando se vaya a escoger una, si no pesa, es mejor decantarse por otra.
En cuanto al color, hay que prestar atención a que sea lo más intenso posible. “Cuanto más oscura, menor grado de brillo y menos manchas diferentes de verde presente la corteza, más madura estará y, por tanto, mejor sabor tendrá”, avisan.
Igualmente, avisan de que hay que fijarse de que alguna zona de la base de dicha fruta debe tener un color amarillo cremoso bajo la premisa de que cuanto más oscuro, mejor.
Esta mancha se corresponde con el lugar en el que la fruta ha estado apoyada en la tierra conectada a la planta.
La prueba del sonido también es muy útil. Con los nudillos, basta con darle unos golpecitos para ver cómo suena. Esto debe permitir ver analizar el estado de la fruta.
Si el sonido es hueco y rotundo, la fruta estará en su punto exacto de madurez, pero si el sonido es suave y con resonancia, no lo estará, explican desde este supermercado.Foto | Pixabay.
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