La lavanda, con su mítico aroma y su belleza rústica, es una de esas plantas que todo amante del jardín quiere tener floreciendo en su parcela. Pero conseguir que estalle de flores, especialmente en invierno, no es tarea fácil. Afortunadamente, los jardineros expertos tienen un truco infalible para lograrlo.
No obstante, este no es un truco de una sola vertiente, sino que compagina toda una filosofía hacia esta planta y que consiste en anticiparse a la primavera aprovechando los últimos coletazos de frío.
La clave está en el drenaje del suelo y en la poda estratégica. Asegurar que la tierra esté completamente seca antes de volver a regar es fundamental para la salud de la planta. Si se mantiene un ambiente demasiado húmedo, la lavanda podría enfermar, afectando tanto a su crecimiento como a la abundancia de sus flores.
Asimismo, esta estrategia pasa por una poda regular y bien hecha, que estimula la floración, ayudando a la planta a concentrar su energía en producir más flores y menos tallos leñosos.
Febrero, con sus temperaturas aún frescas, es el momento perfecto para darle ese empujón que marcará la diferencia en primavera. No hay que desaprovechar estas últimas semanas de frío para ayudar a la planta.
Los expertos también recomiendan plantar la lavanda en un lugar donde reciba al menos seis horas de sol directo al día. En realidad, la luz solar es un ingrediente esencial para una floración abundante y prolongada, creando ese espectáculo de color y aroma tan característico.
Rincón de mariposas
Si se sigue esta rutina, en cuestión de semanas la lavanda mostrará su mejor cara, atrayendo abejas y mariposas y convirtiendo cualquier rincón del jardín en un oasis de de fauna. Un truco sencillo, pero efectivo, que hará que la lavanda luzca espectacular.
En definitiva, el cuidado de la lavanda no requiere grandes esfuerzos, pero sí constancia y atención a los detalles más pequeños. Con el suelo adecuado, la cantidad justa de agua y el cariño necesario, esta planta recompensará con una floración exuberante y un rústico perfume.
Foto | Brett Sayles
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