La belleza de los geranios llena la primavera y el verano de colores intensos y característicos aromas, pero como toda belleza, esta es efímera y pasa de largo.
Por ello, es importante, ahora que la exuberancia de las elevadas temperaturas ha pasado, y que todo se repliega para recobrar energías, dedicarse a extraer lo mejor de los geranios para replicarlos el próximo año.
Para tener balcones llenos de su belleza y colores es el momento de multiplicarlos a partir dce us esquejes, un sencillo método que tiene entre finales del verano y principios del otoño la mejor época.
Esto es así porque también los geranios acaban de pasar su época de mayor crecimiento, y ahora entran en una especie de letargo, que es ideal.
Esencialmente, esta propagación consiste en cortar unos cuantos esquejes de la planta madre (los que se vayan a necesitar) para que cada uno de ellos dé lugar a una nueva planta.
En este paso es importante asegurarse de que las tijeras que se usarán están limpias para evitar la propagación de plagas y enfermedades. Los esquejes elegidos tienen que tener un par de dos de hojas.
Tras cortarlos, su reproducción puede hacerse en tierra o bien en agua, un método menos seguro a la hora de evitar la podredumbre de sus raíces.
Para ello, hay que haber preparado una maceta con sustrato universal y un agujero en la zona donde vaya a disponerse el esqueje. Tras ponerlo, habrá que pulverizar el nuevo esqueje.
Para asegurar su viabilidad hay que poner las macetas en un rincón con sol y que no tenga corrientes de aire, siempre evitando la humedad excesiva, enemiga de los geranios.
Foto | Hiếu Hoàng
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