Las suculentas son idóneas para los tiempos que corren: se trata de plantas adaptadas a la sequía y al poco riego que está conlleva.
Esta especie se denomina de este modo porque es capaz de almacenar agua en sus hojas, que característicamente son carnosas: en realidad son depósitos del agua que la planta ha podido ir recabando.
Las suculentas viven típicamente en climas secos y en entornos muy soleados, por lo que resultan ideales para cualquier balcón o terraza con orientación sur y este o con muchas horas de insolación.
Además, la buena noticia es que se pueden multiplicar muy fácilmente a partir de otra planta.
Directamente en la tierra
El primer sistema para reproducirlas pasa por tomar una de sus hojas y ponerla directamente en la tierra. En contacto con sustrato universal, esta desarrollará raíces y generará una nueva planta.
Para prevenir infecciones en la planta de la que se han extraído las hojas, se puede poner un poco de canela que, gracias a sus propiedades antifúngicas, protegerá a la planta.
En agua
Otro sistema de multiplicación de las suculentas consiste en poner una de sus ramas (hojas incluidas) en un vaso de agua, de manera que siempre esté en contacto con esta y eche raíces en pocos días.
Será necesario ir cambiando el agua para que no se pudra, y revisar que siempre haya contacto entre el agua y la planta. Una vez tenga raíces, podrá trasplantarse a una maceta con sustrato universal.
Con estos sencillos pasos ya se puede disponer de un bonito jardín a base de suculentas: entre ellas, cactus, sansevieria y crasas, algunas de ellas incluso con flores.
Foto | Ylanite Koppens/Pexels
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