¿A quién no le gustan las flores y su enorme valor decorativo en el hogar? Pues bien la mala noticia es que, en general, estas suelen requerir un cuidado más intensivo que el de una planta que no florece y que suelen pertenecer al nivel experto entre quienes tienen mano para la jardinería.
Sin embargo, hay una buena noticia en todo esto: las flores no solo salen en aquellas plantas más complicadas de cuidar sino que también hay especies vegetales para principiantes que nos agasajan con bonitas flores sin pedirnos nada a cambio.
Además, estas plantas son sencillas de cuidar en cuanto a los riegos, en cuanto a la necesidad de abono, y respecto a sus requisitos lumínicos. Por ello, son plantas muy agradecidas en cualquier tipo de apartamento y para cualquier tipo de persona.
Es por eso que no hace falta renunciar a las flores y centrarse solo en las plantas tipo crasa, aquellas típicas del desierto y de los climas más secos, para tener un hogar y una cocina llenos de la vida que dan las flores.
De hecho, las plantas mediterráneas son grandes aliadas en este sentido, pues en nuestros campos está lleno de flores silvestres que crecen a su antojo sin que nadie les eche una mano.
Top cinco
El romero es una de estas flores, pues más allá de sus espinas duras, brillantes y verdes, esta planta saca unas bonitas flores de color lila que desprenden un agradable aroma que se suma al de la arbusto en general. Su delicadeza es capaz de elevar la estética de cualquier estancia, además resultan perfectas en la cocina para aliñar numerosos platos.
Asimismo, la lavanda es una planta que echa una flor super aromática y bonita que además consigue desplegar un toque rústico y mediterráneo allí donde se posa. Sus flores también lilas se suman al hecho de que es una planta ideal para tener en la cocina o en las ventanas, ya que atrae a polinizadores que consiguen mejorar la vida de las otras plantas.
La dimorfoteca es otra de estas flores fáciles de cuidar y que no piden nada a cambio. En concreto, exigen poco riego, se parecen mucho a las margaritas y son extremadamente decorativas, sobre todo si se tiene en cuenta su facilidad de cuidado.
Asimismo, las peonías son unas bonitas flores con cierto aire a las rosas y que tienen una fragancia de lo más embriagadora. Sus flores grandes y exuberantes están disponibles en una paleta de colores que va del rosa al rojo y, aunque son aparentemente delicadas tienen, una enorme resistencia y una escasa exigencia de riego.
Por último, las adelfas tienen unas coloridas flores rosas amarillas o blancas muy icónicas de las autopistas mediterráneas. Este arbusto es súper resistente a la sequía y al calor, y por ello es ideal en climas que no tienen abundancia de agua y en personas que descuidan este aspecto.
Fotos | Joana Costa
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