Hace tiempo os hablamos de 11 alimentos que no es conveniente congelar y hoy os hablaré de otros 11 ingredientes que no deberíamos meter en la nevera para mantener intactos su sabor y propiedades. Es decir, que es mejor conservarlos fuera del frigorífico -aunque preferiblemente en en sitio fresco-, para que mantengan mejor sus propiedades nutritivas, su sabor y su textura.
Evidentemente, el sentido común nos hará guardarlos en la nevera si los abrimos o empezamos y no los terminamos, para que no se nos estropeen, pero hasta que se empiezan, estos 11 alimentos guardan sus características si los mantenemos fuera de la nevera, mejor que dentro de ella.
1. Los tomates
Los tomates que dejamos fuera de la nevera tienen un sabor mucho más intenso y agradable, que se nota tanto al comerlos en crudo en ensaladas como cuando se cocinan para hacer salsas. Solamente se deben refrigerar los tomates que estén sobremadurando y empiecen a ablandarse y llenarse de manchas, en cuyo caso es preferible usarlos para freír, hacer conservas de tomate o triturarlos inmediatamente.
2. Los aguacates
Los aguacates que aún no están maduros, se pondrán en su punto en unos días si se dejan a temperatura ambiente. Puedes acelerar su proceso de maduración envolviéndolos en papel de periódico.
Los que ya estén maduros, aguantarán bien unos días en el frutero, siendo preferible utilizarlos para hacer un guacamole casero o para preparar una deliciosa ensalada con tomate y albahaca, antes que meterlos en la nevera.
Dentro del frigorífico, los aguacates pierden su textura mantecosa y quedan acorchados y se ennegrecen más que si se dejan a temperatura ambiente.
3. Los panes de todo tipo
El pan se pone duro y pierde su textura crujiente en la corteza y húmeda en la miga si se guarda en el interior de la nevera. El pan de molde también se estropea antes si lo guardamos dentro del frigorífico, siendo preferible dejarlo a temperatura ambiente dentro del envase o bolsa de plástico en que lo adquirimos.
4. Los plátanos
Les ocurre algo similar a lo que pasa con los aguacates. Si metemos los plátanos en la nevera, su maduración no es la misma y normalmente se pondrán negros de forma muy rápida y sin embargo no estarán tiernos y dulces en su interior, volviéndose correosos.
Para conservarlos debéis dejarlos fuera de la nevera, en un frutero, aplicando si lo veis conveniente este truco que os contamos para que duren más tiempo sin ponerse negros.
5. Las patatas
Las patatas no se conservan bien en la nevera, incluso ni después de cocinadas. Lo mejor para las patatas es guardarlas en una caja, en un lugar fresco y oscuro como la parte de abajo de la despensa, o dejarlas al aire libre en una cesta.
6. Las cebollas y los ajos
Estos productos de la huerta se conservan bien en la despensa en un lugar bien ventilado. Dentro de la nevera, el ambiente cargado de humedad hará que desarrollen moho y se pongan blandos.
Obviamente, si cortamos una cebolla para hacer un guiso o un sofrito y nos sobra parte de la misma, podemos guardar la que sobra dentro del cajón de las verduras, preferiblemente dentro de un táper o envuelta en film de cocina transparente y debemos usarla en los siguientes dos o tres días.
7. El café
Es un error frecuente, guardar el paquete de café dentro de la nevera. El problema de hacerlo es que el café absorberá los demás olores presentes en la nevera y cuando te prepares una taza de expresso o un cappuccino, no será agradable encontrar en él un aroma a pepino, apio o a otras verduras.
8. El chocolate
Al chocolate le pasa como al café, ya que también tiene la cualidad de ser capaz de absorber otros olores. Imagina la desagradable sorpresa de ir a buscar una onza de chocolate y encontrarla con sabor a pescado o a encurtidos que tengas en la nevera.
Además, aunque lo guardes bien envuelto o metido dentro de una bolsa hermética, la manteca del cacao suele cristalizar en la nevera y el chocolate pierde su textura cremosa en la boca, volviéndose un alimento de textura terrosa y desagradable.
9. Melón y sandía
Aunque nos guste tomar la sandía o el melón bien fresquito, sobre todo cuando el verano aprieta, a estas frutas no le va bien el paso por la nevera. Además de que soltarán una gran parte de su aroma que pasará al agua, la leche y otros líquidos que guardemos en la nevera, el melón y la sandía perderán textura y sabor.
Es preferible conservar el melón en un lugar fresco hasta que se vaya a consumir. Quizás tendrá más temperatura y no dará sensación de refrescar como si viniera de la nevera, pero tendrá un sabor y un punto de maduración mucho mejor.
10. Las frutas de verano o de climas tropicales
Frutas como el kiwi, el mango, el melocotón, el albaricoque y otras similares como la papaya, la piña y demás frutas de origen tropical, pierden su textura jugosa dentro de la nevera. En general este tipo de frutas se conservan mucho mejor en un cesto o frutero situado en la zona más fresca de la cocina o la despensa.
Además dentro de la nevera pierden parte de sus nutrientes de forma más rápida porque estos frutos necesitan luz y calor natural para terminar de madurar.
11. La albahaca, la menta o el perejil
Estas plantas aromáticas, pierden su verdor natural y se ponen negras muy rápidamente si se guardan en la nevera. Para conservarlas en buen estado, es preferible ponerlas en un vaso alto con agua como si quisiéramos hacer un esqueje de una planta.
Así, nuestras aromáticas aguantarán tersas y verdes unos cuantos días en nuestra cocina, listas para cuando queramos utilizarlas para hacer una salsa, un pesto o para aromatizar una receta de pescado o perfumar una ensalada.
Imágenes | Pixabay.com y Pexels.com
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