¿Arroz blanco suelto? Con este truco de Karlos Arguiñano lo conseguirás siempre

En muchas casas, conseguir hacer un arroz blanco suelto ya sea como plato principal o como guarnición es un auténtico caos. Además, es muy habitual que recurramos a ciertos trucos o medidas habituales de cómo cocinar arroz blanco para que intentemos que nos quede lo más suelto posible.

Sin embargo, depende del arroz, del tiempo de cocción o de la cantidad de agua que utilicemos, por lo que no siempre encontramos el punto perfecto para que el arroz nos quede suelto y ligero.

Por fortuna, el chef guipuzcoano Karlos Arguiñano dejó escrito en su libro El menú de cada día el truco infalible para que el arroz quede a punto y suelto y no nos complique la vida en la cocina.

Guarnición de lujo para todo tipo de platos, incluyendo además recetas tan clásicas como el arroz a la cubana o el arroz con tomate, conseguir un arroz blanco suelto no es ni una tarea complicada ni una tarea larga, Y de hecho, con el truco de Karlos Arguiñano vais a conseguir que el arroz os deje de amargar la vida en la cocina.

Sobre todo cuando estamos buscando preparaciones en las que queremos que el arroz no sea tan glutinoso ni tan espeso y nos queda un poquito más limpio. Generalmente esto va a pasar con las ensaladas de arroz, pero también con otros platos como el póquer, donde también queremos que quede sueltecito el grano.

El truco de Karlos Arguiñano para que el arroz blanco quede suelto

Independientemente de que sea un arroz de grano corto (como el clásico arroz bomba español) o un arroz de grano largo, como puede ser el típico basmati oriental, con este truco de Karlos Arguiñano vamos a conseguir que cualquier tipo de arroz quede suelto y no nos amargue en ese pinchotada con el tenedor pillando una bola de arroz que no queremos tener en la boca.

En este caso lo que el popular chef aconseja es que cozamos el arroz con mucha agua. Cuando el arroz esté apunto, recomienda que lo escurramos y lo la vemos bien con agua fría bajo un colador en el grifo.

Con esto conseguiremos que el arroz quede muy suelto, porque va a perder casi todo el almidón que tiene. Además, al enjuagar el arroz con agua fría, vamos a bajar su temperatura y permitir que los granos no se peguen entre sí.

Es cierto, que si hacemos esto vamos a hacer que el arroz pierda un poco de sabor inicial. Por eso, no es conveniente que el agua donde hayamos cocido este arroz ya esté saborizada o que no hayamos sofrito previamente unos ajos en ese arroz.

Lo que recomienda Karlos Arguiñano es que después enjuagar este arroz, lo rehoguemos con un poco de aceite y unas láminas de ajo en una cazuela o en una tartera.

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