Los berros han pasado de ser una simple hierba a formar parte de los ingredientes más sabrosos que pueden conformar una ensalada, tienen un sabor picante muy particular y una magnífica fama por su acción antibiótica, siendo utilizados tradicionalmente como remedio natural para combatir infecciones.
Además aportan una gran concentración de nutrientes, por ejemplo, 20 gramos de berros proporcionan el 20% de la ración diaria recomendada a un adulto de vitamina C. También se encuentra entre sus propiedades un aporte significativo de vitaminas A, B1, B2, B6 y E, además de calcio y hierro.
Crecen de forma silvestre en arroyos de Europa y Asia, pero su cultivo se ha extendido por todo el hemisferio norte. Aunque se pueden encontrar en el supermercado todo el año, el exceso de calor y de frío le perjudica, así que su estación es la primavera. Actualmente se comercializan ya limpios y en bolsas para su consumo, nosotros los compramos en Mercadona, pero si los recoges tú mismo, debes prestar especial atención a su limpieza. La mejor elección es la de hojas grandes y verde oscuro, y su conservación puede ser en agua o en una bolsa de plástico en el frigorífico, pero no debe pasar de los cuatro días para que mantengan su frescura y sus propiedades.
Pero no pienses que sólo puedes consumirlos en ensalada, disfrutarás muchísimo degustándolos en un bocadillo, en crema, en tortilla, en guisos… ¿Cuál es tu receta con berros?
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